Voces de la experiencia en el Rápido

MÍRIAM V. F. VIGO / LA VOZ

VIGO

De izquierda a derecha, Diego Diz, Carlitos Pereira, Óscar Pardavila y Yago Pérez, ayer en el Baltasar Pujales.
De izquierda a derecha, Diego Diz, Carlitos Pereira, Óscar Pardavila y Yago Pérez, ayer en el Baltasar Pujales. XOAN CARLOS GIL

Diz, Carlitos, Yago Pérez y Pardavila afronta su segundo play-off con el club

29 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El Rápido de Bouzas afronta mañana frente al Vilalbés la ida de la primera eliminatoria del play-off por el ascenso a Segunda Federación. Y en el plantel que dirige David de Dios hay cuatro futbolistas que estaban la anterior ocasión en la que el conjunto aurinegro disputó una promoción que, además, acabó con el club en Segunda B hace seis años. Son los vigueses Carlitos Pereira (1990), Diego Diz (1991), Óscar Pardavila (1993) y Yago Pérez (1987).

Pereira es el único que ha permanecido de manera ininterrumpida en el club todos estos años. «Creo que este equipo es más maduro, está más centrado. Sabemos lo que queremos hacer y cómo», dice el atacante. Recuerda que en el 2017, las cosas salieron bien de una manera quizás más inesperada. «Estamos más preparados. El objetivo es ir eliminatoria a eliminatoria y, al menos, llegar a la fase nacional», indica.

Diz destaca que la ilusión cuando se compite por una meta como esta es la misma, pero aprecia diferencias. «Lo vivías desde la inexperiencia y ahora tienes otro poso. Tanto nosotros como los que lo han vivido con otros equipos», analiza. Recuerda que llevaban tiempo clasificados y deseando que llegara, pero no por eso han caído en la relajación. Prueba de ello es que llevan 20 jornadas sin perder. «El equipo es muy competitivo. Seguimos sin encajar apenas goles ni fuera ni en casa», señala.

Otra cosa que ha cambiado de manera sensible es el formato de competición. «Me gustaba más el antiguo, porque el sorteo puro a nivel nacional tenía más chicha, con los nervios del lunes de a ver quién te tocaba... Ahora tenemos un rival que nos conoce y al que conocemos muy bien», sostiene sobre el Vilalbés Yago Pérez. En cuanto al equipo de Patxi Salinas en el 2016/2017 y el actual de David de Dios, aprecia similitudes por las que cree que han llegado a este punto como lo hicieron entonces: «Los dos son equipos muy trabajados y que somos una piña. Porque las buenas plantillas tienen que ser equipos. Hay buen grupo y un gran trabajo del cuerpo técnico», señala.

En este caso, la temporada empezó con Chema Rico y, a los tres meses, pese a que estaban en la zona alta, le relevó David de Dios, el técnico de la temporada pasada. «Los dos nos dieron mucha confianza. Nos transmitían que no podemos encajar y nosotros hemos ido a muerte con esa idea. Lo primero es intentar no recibir gol y, luego, aprovechar las que tengas en ataque», apunta un Óscar Pardavila para el que la autoestima alta del equipo ha sido fundamental. Otro factor del éxito, proclama Carlitos, es que tienen «el mejor portero de la categoría», Brais Pereiro.

Aunque no perdieron ninguno de los dos partidos de liga con el Vilalbés, no se fían. «Estas eliminatorias se deciden muchas veces por detalles mínimos», avisa Pérez. En todo caso, su meta era meterse en el play-off y está cumplida. «Creo que la eliminatoria más difícil es esta porque, por cómo ha sido el año, estamos casi obligados a ganarla. Si viene algo más, será un premio», comenta Diz, que también aclara que no hay presión: «Bouzas es un sitio tranquilo».

Llamamiento a la afición

Lo que sí piden es el apoyo de la afición en el partido de vuelta, el 7 de mayo, para aprovechar el plus de disputarlo en casa, en palabras de Carlitos: «El ambiente ha mejorado mucho y les animamos a que vengan a darnos un empujoncito». Agradecen que la directiva se ha volcado con ellos y están motivados para devolver la confianza. Si puede ser del mismo modo que en el 2017, mejor.

Pardavila pensó que no volvería a jugar

A nivel especial, este play-off tiene un componente muy especial para Óscar Pardavila. El centrocampista estuvo dos años parado por una lesión que, inicialmente, no parecía importante, y pensó que no podría volver a jugar al fútbol. «Un pisotón que parecía solo el golpe generó la rotura de un hueso del pie y necrosis. Tuve que parar hasta de caminar y luego, operarme y hacer rehabilitación. Fue un calvario de dos años», confiesa. Parecía un golpe superficial y tuvieron que hacerle muchas pruebas hasta dar, por fin, con lo que tenía. «Pensé que mi vida deportiva había acabado y ahora estoy encantado, disfrutando cada minuto».