Los pequeños vulnerables ya reciben la profilaxis, que la Xunta extenderá
09 abr 2023 . Actualizado a las 21:54 h.La Xunta anunció hace dos semanas que Galicia será la primera comunidad en introducir en el calendario la «vacuna» —así la llamó el presidente, Alfonso Rueda— contra el virus respiratorio sincitial (VRS), el que provoca a finales de otoño de cada año una epidemia de bronquiolitis en los niños. En realidad no es una vacuna, sino un fármaco que ayuda a prevenir una infección que lleva a hospitalizar a cientos cada año.
Pero los niños que reciban esta profilaxis a partir de ahora no serán los primeros en ser inmunizados contra el VRS. Algunos, que padecen condiciones que los convierten en pacientes de riesgo, ya reciben cada año un anticuerpo monoclonal para evitar las formas más graves de la infección.
¿Qué es el virus sincitial? ¿Cuándo infecta?
Antes de la pandemia, cada otoño-invierno había dos olas epidémicas de virus respiratorios: primero el sincitial y unas semanas después la gripe. La pandemia de covid-19 ha reconfigurado todo y el coronavirus convive en el tiempo con los otros dos. La última ola del VRS fue más larga que la de años anteriores. En Vigo, con el inicio del curso escolar en septiembre empezaron a saltar los primeros casos y la semana pasada todavía llegaron tres a urgencias, si bien lo más duro fue entre octubre y diciembre. ¿Por qué la ola fue tan larga? «Con la pandemia, se han juntado varias promociones de niños sin inmunidad previa», explica la jefa de servicio de pediatría del Hospital Álvaro Cunqueiro, Ana Concheiro. Como las medidas de protección contra el covid —mascarilla, lavado de manos, distancia social— funcionan para todos los virus respiratorios y, el VRS y la gripe apenas circularon en los años 2020 y 2021. Como los niños no se enfrentaron a él, su organismo tampoco generó inmunidad natural. Este año cayeron todos porque no tenían armas. Hay otros virus que provocan bronquiolitis, pero las del VRS son la mayoría y son más duras.
¿La infección es grave? ¿A cuántos niños afecta?
Hasta finales de enero, el servicio de microbiología del Chuvi ya llevaba 485 PCR positivas para el VRS. En realidad, hay muchos más casos, porque la bronquiolitis solo en algunos casos se hace la prueba. Lo normal es que los pediatras de cabecera diagnostiquen la infección pulmonar por los síntomas clínicos. En las urgencias del hospital, la prueba se hace a quienes van a ser hospitalizados y también a algunos pocos más que están en el límite. Es decir, el número de contagios es muy superior y el número de ingresados rebasó los 400, más que otros años. De los ingresados, en torno a 25 necesitaron ir a la uci y dos casos fueron graves. No hubo ningún fallecimiento.
El virus es más duro con los menores de dos años, que son casi todos los ingresados, si bien este año la falta de inmunidad previa dejó también infecciones en niños mayores.
¿Cómo es la inmunización? ¿Es una vacuna?
Sobre el papel, existen dos tipos de inmunización: la activa y la pasiva. El mecanismo es diferente. La inmunización activa es la vacuna: se introduce una sustancia en el cuerpo para estimular al sistema inmunitario y que genere sus propias defensas; así, si el virus llega, el organismo lo reconoce y ya tiene armas. No hay ninguna vacuna aprobada para el VRS. La inmunización pasiva es lo que se va a extender a los niños gallegos menores de un año: se inyectan anticuerpos ya fabricados, que se llaman anticuerpos monoclonales. La función es la misma: si el virus entra en el organismo, el anticuerpo lo reconoce, se pega a él y bloquea su acceso a las células. La diferencia es que en este último caso, el sistema inmune no genera capacidad para defenderse en el futuro.
¿Qué niños recibían la inmunización hasta ahora?
La profilaxis que se venía utilizando hasta ahora es un medicamento que se llama palivizumab. Fue aprobado en 1999. Ana Concheiro explica que el Cunqueiro sigue el protocolo de la Sociedad Española de Neonatología, que lo reserva para los niños que hayan nacido antes de la semana 34 del embarazo (son prematuros si nacen antes de la 37) y también para otros que superan esa edad gestacional pero que tienen otras condiciones, como ciertas enfermedades respiratorias o cardíacas. «Los niños prematuros son más vulnerables», razona la médica. Cuando va a llegar la ola del VRS, los citan en el hospital de día y les ponen una inyección intramuscular. Ese pinchazo se repite cada mes durante la ola, ya que los anticuerpos van desapareciendo.
¿Es eficaz? ¿Qué dicen los datos?
Este año, los pediatras de Vigo seleccionaron a 76 niños para administrarles el palivizumab. Uno no se lo puso y acabó ingresado. De los 75 a los que sí se les inyectó, ocho cogieron la infección. A quienes se contagian ya no se les pone más profilaxis, porque su sistema inmune ya produce anticuerpos. Es posible que hubiese más infectados asintomáticos y que no se les hiciese prueba. Lo importante es que no ingresaron. Solo un pequeño (el 1,3 % de los inmunizados) acabó ingresado en la uci y grave, si bien tenía condicionantes asociados. «La inmunización funciona. No evita la infección, pero sí atenúa sus consecuencias», defiende Ana Concheiro, que recuerda que antes de que existiesen estos protocolos «se morían niños todos los años».
¿La inyección provoca efectos secundarios?
Se administra en el hospital de día, de forma controlada. «Nunca hemos tenido ni una sola reacción grave», dice Concheiro.
¿En qué consiste la nueva inmunización aprobada?
El medicamento que se venía usando, el palivizumab (la marca comercial es Synagis), iba dirigido a niños vulnerables. El nuevo se llama nirsevimab (Beyfortus), también es un anticuerpo monoclonal y será para todos. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) lo aprobó en noviembre. Está indicado para niños que se enfrenten a su primera temporada del VRS, lo cual lo restringe a los menores de un año sin infección previa. Una ventaja es que solo se necesita una inyección para toda la ola epidémica. Todavía no se sabe cómo organizará la campaña la Consellería de Sanidade.
La EMA cita dos estudios que compararon las infecciones en un grupo de niños con este fármaco y otros que no tomaron nada, y la eficacia para prevenir una infección que requiriese cuidados médicos rondó el 76 %. En un tercer estudio, se comparó con el palivizumab y se vio que prevenía un 33 % más de casos.
«Las medidas preventivas, como la mascarilla o el lavado de manos, son eficaces»
El anuncio de que en Galicia se pondrá la inmunización ha sorprendido a los pediatras.
¿Qué va a suponer la nueva inmunización?
«Todavía no lo sabemos con certeza», reconoce la jefa de servicio de pediatría. Concheiro no le quita valor; al contrario, subraya que el palivizumab ha sido eficaz en prevenir la infección de los más vulnerables. Además, aunque el porcentaje de niños infectados que acaban en la uci sea pequeño, cuantos menos se contagien, menor será el número final de los que sufren una infección grave.
Pero las incógnitas tienen lógica. El nirsevimab está recién aprobado por la EMA y esto significa que todavía no se ha utilizado en la vida real. Los datos de los estudios son robustos, pero todavía no hay experiencia acerca de su utilización. Alfonso Rueda hizo el anuncio de que la Xunta ofrecerá este anticuerpo el día 15. En los dos días siguientes, Madrid y Cataluña entraron también en la carrera.
¿Cuántos niños recibirán la inyección?
El medicamento solo podrán usarse en niños que se enfrenten a su primera estación de VRS, o sea, nacidos al menos a partir de este enero, ya que antes circuló el virus. Para que sea efectivo, debería inyectarse antes del próximo octubre, que es cuando puede empezar a subir la ola epidémica del virus. Las cifras del año pasado dicen que en Vigo nacen antes de octubre unos 2.400 niños. Pero todo esto es solo una aproximación, porque la Consellería de Sanidade todavía no ha diseñado la campaña de inmunización. Tampoco está claro si se dejará de usar el monoclonal que se daba a los niños vulnerables o convivirán ambos.
¿Va a dejar de ser un problema el VRS?
«Tenemos que insistir: no debemos olvidarnos de las medidas preventivas, porque funcionan», advierte Ana Concheiro. En noviembre, los pediatras entregaban cartas a los padres de los recién nacidos en el Cunqueiro en las que les pedían que huyesen de las visitas masivas, de familiares y amigos, a los recién nacidos. Y que extremasen las precauciones: mascarilla y lavado de manos. «Estábamos teniendo casos de niños de siete días», explica. Cuanto más pequeño sea el niño, más vulnerable a una infección.