La nueva patrullera de la Guardia Civil en las Rías Baixas puede hacer abordajes e ir a Canarias sin repostar

VIGO

La Río Luna tendrá puerto base en Marín y hará labores de vigilancia contra el narcotráfico, pesca ilegal, medio ambiente u otras necesidades frente a las costas gallegas
03 abr 2023 . Actualizado a las 19:41 h.La Guardia Civil ya tiene patrullera nueva en las Rías Baixas, una zona con tradición de pesca, legal e ilegal, pero también de narcotráfico. La nueva embarcación, bautiza cómo Río Luna, se presentó en sociedad este lunes en la sede en Vigo del astillero que la construyó, Armón. La embarcación tiene 35 metros de eslora, 7,8 de manga y está dotada con la última tecnología: motores híbridos y aletas estabilizadoras que permiten rebajar las emisiones de CO2, bajar el coste de combustible, su diseño permite a la tripulación, de una manera sencilla e intuitiva, monitorizar y controlar diferentes sistemas a bordo.
La Río Luna cuenta con un sistema de gestión de planta eléctrica, niveles de tanques y comunicación con los motores principales para maximizar su utilización debido al aumento de estabilidad y comodidad en los abordajes. Y es que la posibilidad de asaltar otras embarcaciones desde la cubierta de la Río Luna supone una de las mayores ventajas de la nueva patrullera. Un extra que implica una novedad en la flota fija del cuerpo en las Rías Baixas. A mayores, la Río Luna tiene capacidad para navegar hasta las Islas Canarias o el archipiélago de Madeira sin repostar. Está diseñada para una tripulación de ocho personas, pudiendo llegar hasta 13, y una capacidad a bordo de 200 personas.

La Río Luna es la cuarta y última patrullera entregada a la Guardia Civil por Astilleros Armón, con un coste total de 26 millones de euros, y financiadas con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y Next Generation de la Unión Europea. La Río Luna es la única de estas cuatro patrulleras que permanecerá en Galicia para labores de vigilancia. Pero no solo en aguas españolas, también en territorio portugués. El Servicio Marítimo de la Guardia Civil en la provincia de Pontevedra trabaja conjuntamente con el luso desde hace tiempo, y la Río Luna, con su mejoría técnica y tecnológica, se espera que suponga un mayor avance en ese trabajo conjunto.
Acto institucional
La puesta de la largo de la nueva patrullera contó este lunes con la presencia de los ministros de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas. Grande-Marlaska subrayó la importancia de esta entrega y destacó la necesaria colaboración institucional entre administraciones para dar respuesta a los retos presentes y futuros de la sociedad, «a las necesidades, en definitiva, de los ciudadanos a los que servimos». Grande-Marlaska recordó también que «no solo en tierra prevenimos y perseguimos delitos», sino que también el mar es escenario de «agresiones y actos ilícitos». Así, reivindicó la «impecable» trayectoria del Servicio Marítimo de la Guardia Civil que, desde su creación en el año 1991, «lleva más de treinta años protegiendo el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizando la seguridad ciudadana en nuestros mares y océanos», en apoyo de las más de ocho mil embarcaciones que forman parten de la flota pesquera española.

El ministro Planas, por su parte, destacó que estos nuevos medios materiales son necesarios para que España consolide su posición de liderazgo mundial en la lucha contra la pesca ilegal no declarada y no reglamentada. Señaló también que, gracias a esta colaboración entre ministerios «damos mayor seguridad a un sector pesquero responsable, que cumple con las normas y ofrece mayores garantías a los consumidores».
Astilleros Armón está construyendo otra embarcación para la Guardia Civil de mayor tamaño y presupuesto. Se trata de un buque de vigilancia del Servicio Marítimo que medirá entre 75 y 85 metros de eslora, tendrá plataforma de aterrizaje de 12x12 metros para helicópteros y sustituirá a la emblemática Río Miño, entregada en el 1984 y que todavía prolongará su vida útil hasta el 2025. Armón dispondrá de un plazo de 27 meses para entregar la nave y tendrá un coste de 35 millones de euros.