«El ascensor Halo será muy bonito, aunque nos tapa las vistas de la ría»

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Alejandro Martinez Molina

Cientos de personas siguen a diario la instalación del elevador de Vigo sobre la AP-9

26 mar 2023 . Actualizado a las 00:50 h.

La instalación de la gigantesca estructura circular que sobrevuela el acceso de la AP-9 está concitando un enorme interés. Cada día, cientos de personas se sientan en la terraza de la estación intermodal o se apoyan en la barandilla para observar con detenimiento cómo avanza el montaje. El espectáculo y el pasatiempo está asegurado. Cerca de la entrada del futuro ascensor se han instalado puestos de comida rápida que ya captan clientes antes de que el ascensor entre en funcionamiento.

«Está bien, pero cada vez vemos menos la ría». Así opina Antonio Viñas, un ciudadano que con frecuencia acude a ver cómo marchan las obras del ascensor Halo desde el mirador de Vialia. Algunos ciudadanos comparten la misma opinión. «Me parece que si lo hubieran hecho en línea recta hasta allí, sin tanta parafernalia, no hubieran quitado las vistas», comenta también Ricardo Pinto do Campo, un jubilado que acude todos los días para ver cómo trabajan los operarios. Su amigo José Fernández López también considera que la pasarela circular supone otra barrera visual, si bien cree que, cuando entre en funcionamiento, el ascensor dará un gran servicio a los ciudadanos. «Yo soy uno de los más beneficiados porque para ir donde vive mi madre, mi tío y mi hermana, no voy a tener que dar tanta vuelta», afirma. Antonio Viñas considera que el proyecto es «muy interesante y espectacular», pero lamenta cómo, con el paso del tiempo, el famoso lema de Abrir Vigo al Mar, se queda en papel mojado. «Ya empezaron con el edificio de la Xunta ahí abajo, luego están las torres esas y los nuevos depósitos de cemento que pretenden instalar en el puerto», lamenta. Una vez comenzadas las obras, los ciudadanos se están dando cuenta de que la cota de las pasarelas circulares que servirán de acceso a los dos ascensores se encuentra a un nivel ligeramente superior a la terraza del centro Vialia. Situándose frente a la megaestructura, ya no es posible ver el mar porque las grandes piezas metálicas que se están ensamblando a 40 metros de altura interrumpen el campo de visión. Los ciudadanos que quieran divisar la ría no tendrán más remedio que meterse dentro de la galería circular cuando esté terminada para poder situarse ante un mirador. Antes de que se levantara el edificio de Thom Mayne, la ría se divisaba desde la calle Vía Norte. Tras su apertura se creó un obstáculo visual y había que cruzar la gran plaza para divisar el mar. Ahora ni siquiera eso es suficiente.

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Muchas personas, sobre todo jubiladas, se han aficionado a hacer un seguimiento continuo de estos trabajos que permitirán unir peatonalmente dos planos de la ciudad separados por un gran desnivel. El Halo evitará a los ciudadanos dar un gran rodeo para poder desplazarse entre García Barbón y Vía Norte o Urzaiz. Evitará además que muchas personas tengan que coger el coche para realizar el recorrido, por lo que también se considera un proyecto sostenible desde el punto de vista medioambiental. 

Las obras suelen tener un impacto y, cuando son de envergadura, siempren aparecen parte de descontentos. La construcción del edificio de Thom Mayne también llegó a abrir un debate entre los vecinos de la calle Vía Norte. Los residentes estaban contentos con el proyecto pero, al mismo tiempo, cuestionaban su altura. Con sus más de 70 metros, Vialia Vigo se convirtió en el nuevo punto de encuentro para el ocio y las compras de la ciudad, pero para muchas personas de la zona acostumbradas a ver el mar resulta un edificio demasiado elevado sobre la rasante. Anteriormente, si se bajaba desde la iglesia de Fátima se podía ver perfectamente el mar. La ría se observaba en todo su esplendor y, sin embargo, ahora se interponen dos grandes edificaciones. Una de ellas es la que alberga los sistemas de ventilación de la estación. Son estructuras un poco elevadas para permitir la entrada de aire. «Vivo en un primero y me quitaron las vistas, lo que me parece mal, pero el resto del proyecto está bien», comentaba Olga Alonso, una vecina.

El túnel de Lepanto reabrirá el lunes tras avanzar la obra del elevador

Las obras del Halo avanzan a buen ritmo. Esta semana se ha procedido al izado de dos nuevas piezas, quedando cuatro para completar la estructura circular, según informó el alcalde, Abel Caballero. Las dos últimas piezas, las que conectarán definitivamente el ascensor con Vialia, se van a izar con la autopista ya abierta. El Concello mantiene la previsión de reabrir el tráfico en el túnel de Lepanto a partir del lunes de la próxima semana.

La estructura ha sido montada en piezas en el suelo y, posteriormente, elevada sobre la autopista, lo que ha motivado algunas restricciones del tráfico.

Las obras sufrieron un pequeño retraso a causa del mal tiempo, pero una tregua permitió trabajar de nuevo durante las noches en el soldado por las noches. A estas alturas, ya se ha completado la instalación de las escaleras de emergencia en el pilar principal, que se asienta sobre la calle Serafín Avendaño. Podrán utilizarse en caso de que fallen los dos ascensores del proyecto en ejecución, que tienen una capacidad para 15 personas cada uno.

Los trabajos tienen un coste de 12,5 millones, de los que casi la mitad provienen de fondos europeos dentro de los recursos movilizados por el plan de recuperación, transformación y resiliencia del Gobierno de España. Cuesta el doble de lo que se pensaba cuando era solo un anteproyecto. El alcalde justificó el fallo en las previsiones iniciales en el incremento del precio de las materias primas. El ascensor contará con más de 40 metros de alto y 90 metros de diámetro en el semicírculo que sobrevuela la autopista. La estructura estará recubierta de cristal y la pasarela este estará cubierta y la oeste descubierta.