David de Dios: «El equipo cree y está lanzado; si le sumas talento, hay mucho ganado»

David de Dios (Vigo, 1981) está de nuevo desde el pasado enero al frente de un Rápido de Bouzas del que había salido el pasado verano. El club, con el objetivo de meterse en play-off, recurrió de nuevo a él, que ya tiene al equipo otra vez en esas plazas. Desde su llegada, no conocen la derrota: cinco triunfos y tres empates. En el cómputo general, solo dos duelos sin puntuar en 24 jornadas que les impulsan a no ponerse límites.

—¿Cómo se fragua su vuelta?

—La situación no era la idónea en cuanto a sensaciones y quizás tampoco a clasificación, porque esperaban más. Aparte de otras cosas que, al estar fuera, desconozco. Me llaman diciendo que querían recuperar la dinámica del año pasado, nos ponemos de acuerdo y empezamos.

—Así que no fue complicado.

—Algunos jugadores fueron los que más hicieron por convencerme. Te entran dudas por distintos motivos, pero cuando ellos te llaman, te dicen que te animes y tiran de ti, al final, decides volver.

—No es habitual un regreso tan pocos meses después.

—El contrato acababa, el club me da sus explicaciones en su momento, me parece perfecto y tan amigos. En el fútbol, los cambios de entrenador son constantes. Ahora, estaban otra vez en esa situación, venía un calendario complicado contra todos los de arriba y lo más inteligente era apostar por un entrenador que ya conociera la plantilla. En mi caso, la conocía prácticamente en pleno y no necesitaba ese proceso.

—¿Había rechazado entrenar a otros clubes este curso?

—Es cierto que, personalmente, me venía bien este parón y ver fútbol de manera más tranquila después de 22 años casi sin parar. Al final, llegué más fresco para estas últimas trece o quince jornadas, con más energía. Fueron como unas vacaciones más largas de lo normal.

—¿Había estado pendiente el equipo?

—Creo que solo había ido a verlo una vez, a Barreiro, el típico domingo que no tienes nada y mi hijo quiso ir. Pero siempre estás pendiente de las plantillas y de todo para tenerlo controlado. Aunque desconectara un poco, no pasaron tres años, era fácil ponerse al día.

—¿Cómo se consigue encadenar tantos partidos puntuando?

—El año pasado ya estuvimos 17 sin perder y el objetivo ahora esa ese: intentar sumar en cada partido. No nos hemos parado a pensar en los que llevamos. Cuando llegamos, estábamos sextos, fuera del play-off, que es el objetivo que nos marcan, y para eso necesitábamos ganar. Ni siquiera empatar solo, porque en una liga tan igualada, ganas dos partidos y te metes arriba, mientras que pierdes dos, y te cogen o te metes abajo. Nosotros, si en algún partido vamos con el marcador ajustado, como nos interesa la victoria, tenemos que lanzarnos a ella asumiendo que podemos perder al irnos al ataque. Hace falta ese punto de suerte en algunos partidos que, por ahora, ha caído a nuestro favor. Intentaremos alargar la dinámica, pero sabemos que en cualquier momento llega la derrota.

—Les espera el Alondras, ante el que sufrieron una de sus dos derrotas (con su antecesor).

—Sí, en una liga tan igualada, el otro día el Silva le gana al Fabril, que es líder. Ganas a cualquiera y pierdes con cualquiera, la diferencia del play-off al ascenso es de siete puntos y ahí se cuece todo. Yo no estaba, pero imagino que los jugadores tendrán ese recuerdo de la ida, aparte de que muchos se conocen, son amigos y tendrán ese rencor y esas ganas de devolver la moneda y no escuchar vaciles los próximos días.

El campo del Alondras es una plaza complicada, su gente aprieta y están en buena racha, pero nosotros también.

—¿Ve posible alcanzar la plaza de ascenso directo?

—Desde que llegamos, tenemos claro que el objetivo es estar entre los cinco primeros. A partir de ahí, estamos bien situados, pero no nos conformamos con la zona de confort, todo lo contrario. Lo que queremos desde el primer día es cazar al que esté por encima y hemos seguido mirando hacia arriba. Están Fabril y Arousa, que es complicado que fallen, pero al menos tenemos que intentar acercarnos y ver qué pasa en estas últimas seis jornadas, si les entra el miedo.

—¿Cuáles son las armas de este Rápido de Bouzas?

—Ahora mismo, más allá de las capacidades de los jugadores y del aspecto táctico, creo que el equipo cree más de lo que creían ellos antes, está lanzado, con mucha confianza, muchas ganas y una ilusión y una energía tremendas. Si eso lo acompañas con el talento que tienen y que creo que estamos bien organizados, creo que tienes mucho ganado tanto para el presente como para el futuro

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