Forenses de Lazarus Technology compran teléfonos Nokia en Singapur y la ex URSS para rescatar datos del móvil de Déborah Fernández
VIGO
Los expertos ensayan en su laboratorio con tres réplicas del celular de la viguesa desaparecida en el 2002 mediante un método similar al que usaron en el caso de Marta del Castillo para extraer información
16 mar 2023 . Actualizado a las 13:00 h.Los forenses informáticos de Lazarus Technology han comprado tres teléfonos en Singapur y Azerbaiyán que son la misma versión del modelo Nokia 33-10 que tenía la joven viguesa Déborah Fernández-Cervera, desaparecida en abril del 2002 en Vigo y hallada muerta diez días después en una cuneta a 40 kilómetros. El caso sigue reabierto con su ex novio como único investigado y los datos que se logran extraer del móvil de la víctima podrían dar pistas de sus últimos pasos antes de la desaparición y un máximo de tres meses antes del último apagado.
Los forenses, contratados por la familia, han comprado estos celulares gemelos para hacer simulaciones y réplicas con riesgo cero en su laboratorio y buscar un procedimiento seguro para extraer datos del viejo Nokia de Déborah sin sobrescribir ni perder información clave, lo que incluye las llamadas entrantes y salientes, datos borrados, mensajes o posicionamientos y registros de las antenas. Hay grandes dificultades técnicas porque el modelo tiene 22 años de existencia y la tecnología ha evolucionado mucho. «Es muy complicado, nos preguntamos si los datos van a valer el esfuerzo y que no sea todo en balde. Algo vamos a conseguir, si va a ser útil es una incógnita», dice Manuel Huerta, CEO de Lazarus Technology.
Afrontan problemas que no daría un smartphone actual, de los que se pueden extraer miles de datos útiles. Los forenses quieren encontrar la vía para reproducir toda la ruta de extracción de datos del Nokia en un entorno tecnológico y un escenario seguro. Huerta lo califica de «reto».
Estos expertos creen que el viejo modelo de móvil Nokia, que data del 2002, aún podría conservar información valiosa de los tres meses anteriores previos al último apagado. Intentan encontrar un método para obtener los datos sin introducir una tarjeta, pues hacerlo supondría borrar datos internos, por lo que necesitaron encontrar una versión exacta de la ingeniería del modelo de Déborah. Para ello, buscaron entre sus proveedores de varios países hasta que encontraron tres unidades exactas con las que hacer simulacros. Repetirán el proceso cuantas veces sea necesario en un escenario 100 % igual al original.
El CEO de Lazarus Technology, Manuel Huerta, ha admitido este jueves, a la salida de una visita de trabajo a la Cidade da Xustiza de Vigo, que «será complicado pero no imposible encontrar algún dato útil». Llevan medio año buscando un método seguro y se valdrán de su experiencia previa con el volcado de datos del móvil de Miguel Carcaño, del caso de Marta del Castillo, y de la recuperación de datos del teléfono de Diana Quer.
La joven Déborah Fernández había salido hace casi 21 años a hacer footing sin su teléfono, que dejó en casa aunque podría tener varias terminales. Tras su muerte, la familia lo guardó durante cuatro años hasta que la Policía Nacional lo recogió en el 2006 para incluirlo entre las pruebas del caso. Durante la investigación, el móvil se traspapeló hasta que fue encontrado en el verano del 2022 en la comisaría de Canillas, en Madrid, aunque ya no tenía la tarjeta SIM insertada. Tras el hallazgo, la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Tui citó el pasado octubre a Lazarus Tecnology y al perito informático de la defensa del único investigado para que acudiesen a la comisaría de Canillas a presenciar la extracción de datos del móvil por parte de la Policía Científica de Madrid.
Durante dicha sesión, los expertos, vieron que la batería funcionaba y que el teléfono se encendía pero no prosiguieron con el análisis por el riesgo de que si los policías insertaban una tarjeta SIM dummie o comodín pudiesen sobrescribir datos antiguos y perderlos. Esto se debe a que dicho modelo fabricado a partir del año 2000 tiene un circuito electrónico circular mediante el cual los datos nuevos borran los más viejos. Los forenses informáticos de Lazarus propusieron a la policía esperar y hacer ellos mismos un simulacro con réplicas exactas para del Nokia de Déborah para descubrir un protocolo o método seguro de extraer datos sin dañar información útil, cuestión en la que estos peritos están trabajando ahora en sus oficinas. De momento, aún no han encontrado la ruta exacta para extraer datos sin dañar los más antiguos.
Una vez determinen cuál es el método correcto, usando las réplicas adquiridos en Singapur y la antigua república soviética, informarán a la jueza del resultado, para que los policías sigan ese protocolo y extraigan la información de la terminal.
«Buscamos un método para volcar los datos sin meter la tarjeta. Usamos un clon para hacer pruebas y ver que no afectamos a la información. Queremos hacer réplicas con riesgo cero», dijo Manuel Huerta. El CEO de Lazarus acudió a Vigo acompañado del jefe forense, Javier Vicente, para declarar como peritos en un juicio por revelación de secretos. La compañía cuenta con 34 ingenieros y recupera datos de 6.000 teléfonos al año. Huerta recuerda que cuando la jueza les autorizó a rescatar los datos del ordenador de Déborah, «lo volcamos entero en 20 minutos». Fue así como descubrieron que alguien había manipulado su pecé.
Los forenses tienen dudas de que consigan encontrar llamadas entrantes o salientes pero, en el mejor de los casos, podrían rescatar los posicionamientos de las antenas en el período en el que desapareció Déborah. Dado que el teléfono estaba en la casa, las antenas no aportarán datos ni del recorrido de su desaparición ni de los diez días que alguien la tuvo oculta. Si los allegados encendieron el móvil en los días posteriores a la desaparición, o una o dos veces por semana, el CEO de Lazarus cree que solo podrán obtener datos de los tres meses previos al último apagado. Hay que tener en cuenta que en el 2002, la tecnología GSM del móvil Nokia era «incipiente».
A finales de mes, Lazarus Technology entregará a la jueza el informe del teléfono de Carcaño, del caso Marta del Castillo. En este caso, el teléfono era un Sony Ericsson, un modelo pre-smartphone, con pantalla, por lo que podrán extraer muchos más datos que con el móvil de Déborah.
Un dato curioso, es que por modelos antiguos como el Nokia 33-10 de Déborah, los narcos llegan a pagar 200 euros, por la dificultad para las autoridades de extraer datos útiles sin sobrescribir la información antigua. Eso se debe a que la banda GPRS, con la que operaban esos celulares, todavía funciona.
La desaparición
30 de abril del 2002. Déborah Fernández-Cervera, de 22 años y residente en Alcabre, salió a correr por la zona de Samil esa tarde. Volvía a casa cuando se pierde su pista.
El cuerpo
10 de mayo del 2002. El cadáver de Déborah fue hallado desnudo y sin signos de violencia en una cuneta de O Rosal, a 40 kilómetros de Vigo. Estaba colocado con una escenificación y pruebas falsas para despistar a la policía.
La reapertura del caso
7 de noviembre del 2019. Tras años con el caso cerrado, la familia aporta un testimonio que obliga a practicar nuevas diligencias. La jueza de Instrucción número 2 de Tui reabre la investigación y cita a declarar a varios testigos. A ello se suman otras prácticas, como el análisis del disco duro del ordenador de la joven, cuyo resultado no ha trascendido.
La exhumación
18 de mayo del 2021. Los forenses extraen el cadáver y hacen un tac. Recuperan ocho uñas y las envían al Toxicológico de Madrid para extraer fibras y ADN.
La inhumación
27 de mayo del 2021: La Justicia devuelve el cuerpo de la joven al cementerio de Pereiró tras realizar la segunda autopsia.
Nuevas vías de investigación
19 de junio del 2021: Aparecen pelo y fibras en las uñas de Déborah. Este hallazgo abre nuevas vías de investigación.
Un único investigado
11 de febrero del 2022. El juzgado de Tui llama a declarar al exnovio de la joven en calidad de investigado y evita que el caso prescriba.
ADN masculino en las uñas
10 de marzo del 2022. El Instituto Nacional de Toxicología ha hallado ADN de un varón en una uña del cadáver de Déborah Fernández-Cervera. La familia pide que se amplíe la prueba para averiguar el perfil genético.
Callejón sin salida
28 de marzo del 2022. Los resultados genéticos apuntan a un vecino de la joven sin relación con el caso y no se consideran concluyentes. La jueza descarta esa vía y a poco de prescribir solo mantiene la investigación sobre el exnovio.
Legajos perdidos del caso
12 septiembre del 2022. Aparecen en una comisaría de Madrid traspapelados objetos del caso. Un móvil sin tarjeta SIM, cintas de vídeo, fotografías y oficios policiales encontrados durante unas obras.