La jugadora argentina, máxima goleadora de la Liga, renueva con el club porriñés pese a tener ofertas importantes; quiere devolver la confianza y jugar con la entidad en Europa
11 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La decisión no fue fácil, pero Mica Casasola (Argentina, 1997) continuará la próxima temporada en el Porriño de División de Honor femenina de balonmano, donde cumplirá su tercera campaña. Admite que tenía propuestas importantes sobre la mesa y que se tomó su tiempo hasta dar el sí a la renovación. «Lo que tenía claro era que aquí estoy muy cómoda. Que sea ya el segundo año da más facilidades que irte a otro club y salir otra vez de la zona de confort», razona.
Partiendo de esa base, dice que priorizó lo deportivo frente a otras buenas ofertas que le llegaron. «Tengo confianza y me encantaría jugar Europa el año que viene con el Porriño, que es un objetivo que me falta con el club que primero confió en mí para darme una oportunidad en Europa», recalca. Valora mucho esa primera mano que le tendieron y busca seguir devolviendo esa confianza.
Porque, además, esta segunda campaña en el Porriño está siendo distinta para ella. Percibe que aporta más y los números hablan de eso mismo hasta el punto de que encabeza la tabla de goleadoras de la máxima categoría del balonmano femenino español. «Este año siento que conozco la liga. No era fácil llegar aquí y que todo fluyera rápidamente. Estoy más afianzada y consolidada en el equipo», señala.
Relaciona esa evolución por la experiencia adquirida y el mayor número de minutos que está teniendo con ser la máxima realizadora del campeonato. «Es un mimo a la jugadora. No podría hacerlo si no tuviera tantos minutos. Tiene mucho que ver con que juego, con la confianza que me da Isma (Martínez su técnico) y también con mis compañeras».
De su entrenador dice que es una de las claves del buen rendimiento del Porriño este curso, por la amanera en la que entrenan a sus órdenes y por cómo preparan cada partido. «Sabe muchísimo, aprendemos algo nuevo con él en cada entrenamiento. Nos corrige, está mucho en los detalles, es muy exigente y muy profesional en todo lo que hace», valora.
También cree que, aparte de su propia consolidación y la de Carolina Bono, llegada an la anterior campaña como ella, el pasado verano el club hizo incorporaciones que están marcando diferencias. «Hubo fichajes de nivel como Carmen Prelchi, Paulina Buforn y Malena Valles que nos aportan en ataque y en defensa. Y el equipo se afianzó», opina. Su sensación ahora es que tienen la convicción de que son capaces de ganar cualquier partido. «Así, se afrontan de otra manera, fluimos muy bien», sostiene.
Y eso que en este momento llevan dos derrotas seguidas, algo que no les había pasado en el resto de temporada, de ahí que sean cuartas. «Son cosas que pueden pasar. Y cuando uno empieza a ganar y ganar, la derrota duele más», señala. Lo atribuye, en parte, al cansancio acumulado ya a estas alturas de liga y tiene claro que hay que sacar enseñanzas positivas. «Lo hablamos para ver qué podemos modificar más allá de lo táctico para ir hacia arriba y ojalá que sea así».
Ahora encaran con más ganas todavía el duelo de hoy ante el Granollers (18.00 horas), que, además, irá sucedido del derbi del miércoles frente al Guardés. «Preparamos bien la semana. Van a ser dos partidos lindos de jugar y se vienen semanas importantes para volver a confiar en nosotras y quedar lo más arriba posible», recalca.
Está convencida de que se pueden clasificar para Europa y cree que, dentro de lo malo, haberse quedado fuera de la fase final de la Copa de la Reina les beneficia en ese aspecto. «Era un objetivo claro y fue un golpe duro del que aprendimos. Creo que algunas de nuestras derrotas estuvieron relacionadas con ese golpe anímico. Pero ahora tenemos solo esa competencia en un momento de la liga al que la gente llega más cansada y lo podemos aprovechar», sostiene.