El barco del tesoro se hunde cerca de las Cíes

Jorge Lamas Dono
Jorge Lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

M. Moralejo

El 14 de febrero de 1979 fallecían 23 personas en el naufragio del mercante francés François Vieljeux. Llevaba 6.000 toneladas de cobre, lo que originó varias operaciones de rescate, una de ellas muy polémica

14 feb 2023 . Actualizado a las 23:42 h.

A las 10.30 horas del 14 de febrero de 1979 la ya desaparecida Radio Costera de Saiáns recibía una petición de auxilio del mercante francés François Vieljeux. Estaba en serios apuros a unas cincuenta millas de las Cíes. Un fuerte temporal había provocado un corrimiento de la carga que transportaba, y el barco estaba escorado. Aunque el navío estaba acompañado por dos remolcadores y otro buque más, inmediatamente zarpó de Vigo el Remolcanosa 5, aunque cuando llegó a la zona ya se había hundido el Vieljeux.

La Voz de Galicia explicaba al día siguiente que el Belle Dominique, una de las embarcaciones que acompañaban al mercante naufragado, pudo rescatar con vida a ocho de las treinta y una personas que iban a bordo, así como también recuperar los cuerpos de otras tres personas. En las horas posteriores aún se pudieron rescatar a seis personas más con vida, pero no lograron sobrevivir por la baja temperatura del mar. El resto de los tripulantes fueron dados por desaparecidos.

Información publicada por La Voz el 18 de febrero de 1979
Información publicada por La Voz el 18 de febrero de 1979

Aunque entonces no se le dio demasiada importancia, la mercancía de aquella embarcación llevó a la empresa aseguradora, Lloyd's, a volver la vista hacia las Cíes varios años después porque, además de café y piñas, el mercante transportaba seis mil toneladas de cobre.

En ese segundo capítulo entra en la historia Alec Crawford. Este ingeniero escocés llegó a un acuerdo con la aseguradora para iniciar el rescate del cobre hundido. Para ello, llegó a Vigo con el Redeemer, un pesquero reconvertido en barco de rescate en aguas profundas.

En verano de 1993, el consignatario vigués Estanislao Durán afirmaba en La Voz de Galicia que Crawford había batido el récord mundial de salvamento comercial al empezar a recuperar los lingotes de cobre que se encontraban a 1.200 metros de profundidad.

Información publicada en La Voz el 20 de agosto de 1993
Información publicada en La Voz el 20 de agosto de 1993

Durante los siguientes veranos, el Redeemer operó en la zona del hundimiento, y siguió extrayendo cobre, aunque las cantidades no eran muy grandes. Por ejemplo, en agosto de 1995 extraía 40 toneladas. Sin embargo, el capitán escocés aseguraba que su método de trabajo era mucho más barato que el empleado por otras empresas de rescate subacuático. Quizá esa pequeña capacidad de rescate hizo que la operación se detuviese poco después.

Hasta el año 2006, fecha en la que comienza el tercer capítulo de la búsqueda del cobre perdido. En aquel momento, el precio del metal había subido de una forma considerable. Solo en la primera mitad del 2006, la cotización de ese metal se había duplicado. Además, es en ese momento cuando se dice que el Vieljeux también transportaba 700 toneladas de zinc, otro metal al alza. Así, la Lloyd's llegó a un acuerdo con la empresa de rescates subacuáticos Sudsea Resources. La empresa de seguros vendió los derechos del barco a cambio de una comisión en el rescate.

Operación Celia

La operación de rescate fue denominada Celia y rondaba los ocho millones de libras, según aproximaba John Kingsford en las páginas de La Voz. El fundador de la empresa de rescate explicaba que la operación tendría que proseguir al año siguiente. Las primeras 250 toneladas que descargaron en el puerto de Vigo fueron adquiridas por una empresa local.

Fue en marzo del 2007 cuando se supo que la compañía británica Subsea Resources había adjudicado al astillero vigués Metalships su nuevo buque cazatesoros, con el que reanudaría la extracción de la carga de cobre. El buque conservaría el casco del viejo navío John Lethbridge, pero todo su equipamiento tecnológico y su acomodación interior sería obra del astillero vigués.

Cuando este barco estaba ya en fase de pruebas, fue intervenido por la Guardia Civil para comprobar si las intenciones de la empresa eran simplemente seguir con la extracción del cobre o pretendían realizar alguna otra extracción para la que no estaban autorizados. Aparecía en escena entonces el Santo Cristo de Maracaibo, el nombre del mítico galeón de la batalla de Rande. El fiscal especializado en Patrimonio, Carlos Gil, abría una investigación para esclarecer si se había producido un expolió en aguas españolas.

El caso es que la tripulación del barco sí había utilizado su moderna tecnología en la zona donde se supone que está el galeón, aunque afirmaron en la prensa que era a modo de pruebas. En junio, el fiscal archivó la investigación, pero el Ministerio de Fomentó impidió al barco navegar a otro sitio que no fuese la zona de extracción del cobre. Pero eso no fue necesario porque el Lethbridge abandonó la ría, alegando que no estaban preparados para la operación.

El nuevo episodio de esta larga historia lo protagonizó el barco Deepworker, que llegó a finales del 2008 para seguir extrayendo el cobre, aunque la brusca bajada del precio del material impidió en aquel momento la operación. Sí fue posible en el 2010, tras una nueva alza de los precios de este metal. Y se supone que en el futuro habrá nuevos capítulos de extracción porque aún hay cobre ahí abajo.