Los de Pablo Parga desplegaron un gran juego que les condujo al triunfo frente al Pinto (3-0)
12 feb 2023 . Actualizado a las 12:21 h.Sexta victoria consecutiva para un Club Vigo al que su gran juego le está conduciendo a muy buenos resultados. En esta jornada, se medían al equipo considerado el mejor de la comunidad de Madrid y que les había ganado en la primera vuelta, el Pinto, pero los vigueses demostraron un gran nivel ante un oponente que en ningún momento se relajó ni dejó de trabajar para poder llevarse alguno de los puntos en disputa.
Se pudo un buen voleibol, con grandes jugadas por parte de los dos equipos, pero fueron los vigueses los que se llevaron el gato al agua. Se mostraron muy bien en defensa y en ataque y bloqueo, algo que no pudieron superar los rivales. Poco se notó la falta de Daniel Ortega, ya que el resto de compañeros supieron suplirlo y conquistar los tres puntos que los encaraman a la tercera posición.
El encuentro comenzó con cierta igualdad, pero fueron los locales los que se marcharon rápidamente en el marcador con una diferencia de tres puntos (12-9). Esa diferencia aumentó a medida que se acercaba el final del set para ponerse por delante por cinco puntos (20-15). Esa diferencia terminó siendo de seis puntos a la conclusión del parcial.
El segundo comenzó con una seria ventaja del conjunto visitantes de cuatro puntos (1-5), por lo que deba la sensación que serían ellos los que se llevarían un set en el que los locales se presentaban más relajados. Pero no fue así, ya que luchando y luchando fueron capaces de igualar el marcador a 13 puntos. A partir de ese momento, los locales empezaron a hacer su juego, a la vez vistoso, que hizo que el conjunto visitante tuviera que rendirse al mejor juego vigués. De esta forma, el set finalizó con esa diferencia de cuatro puntos.
Se esperaba que en el tercero los visitantes pudiesen dejarse notar, pero de nuevo fueron los vigueses los que desde el inicio se fueron en el marcador por cinco puntos (12-7), para seguir trabajando y finalizar el set y, como consecuencia, el encuentro con esa diferencia de diez puntos que reflejó lo que había sido el encuentro.