Tiendas que recogen paquetes en Vigo: Poco dinero a cambio de clientes

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

Crecen los comercios que se apuntan a recibir pedidos de Internet

07 feb 2023 . Actualizado a las 00:26 h.

Comprar a golpe de clic y recibir los paquetes en la tienda de al lado de casa. Los puntos de recogida del comercio electrónico se han disparado en la ciudad después de la pandemia. No hay una calle principal que no cuente ya con varios establecimientos a los que poder enviar las compras realizadas por Internet. Cada vez más comerciantes de Vigo y de los municipios del entorno se están apuntando a este fenómeno que les reporta unos beneficios muy testimoniales. Les pagan entre 30 y 50 céntimos por paquete, pero lo positivo es que atraen gente a sus tiendas y siempre hay alguien que acaba comprando algo.

«Todo suma», comenta Nora Serrano, de la tienda Cibermarket, ubicada en la avenida de García Barbón. Son las migajas que las grandes plataformas de venta online están dejando en la ciudad tras la crisis y el goteo de cierres de establecimientos que ha supuesto el cambio de costumbres de los consumidores, que cada vez compran más desde un móvil, una tableta o un ordenador, antes que salir a la calle y curiosear por las tiendas.

M.MORALEJO

La entrega de los paquetes constituye todo un problema tanto para vendedores como para compradores. Una carta se puede dejar en un buzón para que el destinatario la recoja cuando llegue a casa. Pero el paquete debe ser entregado personalmente y, en muchas ocasiones, la persona que lo debe recibir no se encuentra en el domicilio a la hora a la que llega el repartidor, que tampoco encuentra a quién dejárselo. Por ese motivo, las grandes plataformas de venta online se han fijado en tiendas de la ciudad a las que convierten, por muy poco dinero, en auténticas sucursales con almacenes y personal administrativo sin ningún coste. Este sistema ahorra además gastos de transporte a los compradores, puesto que, en algunas plataformas, les resulta más económico si eligen la opción de recogida en tienda a la hora de hacer sus pedidos, en lugar de que se los sirvan en el domicilio.

La experiencia está resultando positiva para muchos comerciantes, que pueden establecer acuerdos con varias empresas al mismo tiempo para maximizar el espacio disponible en sus negocios. «Primero comenzamos con los de Amazon y ahora también hemos incorporado a Celéritas», afirma Nora Serrano. Durante esta época de rebajas y pasadas las fiestas navideñas se están produciendo muchas devoluciones de paquetes en su establecimiento ubicado en el nudo de Isaac Peral. «Es un proceso muy sencillo. Lo único que necesitamos es que nos traigan un código de devolución con el que registramos el paquete y solo esperamos a que el transportista venga a recogerlo», afirma.

En ese momento llega una joven a recoger un paquete de ropa de bebé de Kiabi enviado por Celéritas. «Es la primera vez que vengo. Prefiero recibir el paquete en casa, pero en la página tenía que ser una compra mayor de 50 euros para que te lo llevaran a casa. Si no, me cobraban el envío, que son seis euros», señala Silvia.

En Cibermarket comenzaron hace cinco meses moviendo entre cinco y siete paquetes a la semana. Ahora ya gestionan más de una decena de paquetes al día. Los usuarios del comercio electrónico se benefician de su amplio horario, dado que abren de manera ininterrumpida a las diez de la mañana y no cierran hasta la una de la madrugada, de lunes a domingo. Dan servicio sobre todo a personas que, por trabajo, no pueden estar en casa para recibir un paquete. Por eso, durante los fines de semana, es cuando gestionan el mayor número de entregas. «El fin de semana pasado entregamos casi todo lo recogido entre el lunes y el viernes, y, si no, al mediodía o después de las ocho de la tarde».

Convertirse en un punto de recogida no les genera muchos ingresos, pero les sirve para darse a conocer en el vecindario. «Hay personas que nunca habían entrado. Además de venir a recoger su paquete, se dan cuenta de que tenemos productos de alimentación, bebidas o que hacemos copias», señala Nora.

A. M.

Laura González, responsable de la tienda de fotografía Magicolor, en el número 101 de García Barbón, señala que ha notado un incremento gigante a partir de la pandemia. Está asociada a Punto Pack desde el 2018. «Las compras online han crecido muchísimo. Dinero da muy poco, pero haces entrar a mucha más gente en la tienda. Vienen a recoger o a devolver un paquete y, al cabo de un tiempo, regresan para hacerse una foto de carné», dice.

No obstante, a ella le da para pagar luz y teléfono. «Si ellos tuvieran un local alquilado, imagínate lo que les costaría». Fundamentalmente lo que más gestiona son paquetes de ropa. «Lo que más se mueve es Vinted, pero también recibo paquetes de Zara, Stradivarius, Bershka e incluso he llegado a tener hasta ruedas de coche», dice.

Experiencia positiva

Iván Rotea también hizo de su estanco de la calle Areal un punto de recogida. Lleva año y medio entregando y devolviendo paquetes que transporta UPS y señala que la experiencia es positiva. Mueve entre 20 y 30 envíos diarios. «No es demasiado lo que te pagan por paquete entregado. La gente cuando viene a recogerlos te puede llevar una cajetilla de tabaco. Es lo que llamamos la venta cruzada. Por eso nos interesó», afirma.

M.MORALEJO

Los venezolanos Giovanny y Mariana son los encargados de la tienda Frescomarket, en la avenida de Castelao 24 y gestionan alrededor de diez paquetes diarios de Amazon. La mayoría vienen de noche a buscarlos, dado que tienen un horario de apertura muy amplio y abren todos los días de la semana. Giovanny afirma que están estudiando ponerse en contacto con más plataformas porque «las personas compran cada vez más online. Vienen, conocen la tienda y vuelven a comprar charcutería o bebida. Es un plus».

Agencias

Hay establecimientos que son verdaderas agencias de las empresas de transporte. Por ejemplo, la papelería Folder, en el número 16 de la calle Florida es una sucursal de DHL. Cualquiera puede acercarse hasta el establecimiento para realizar envíos nacionales o internacionales. Entonces, las ganancias del comercio son mayores pero, a cambio, la tienda también tiene que ser receptor de los paquetes de comercio electrónico que transporta esta compañía y que son menos retribuidos. «En cinco años no hemos perdido ni un paquete», afirma su responsable, Antonio Gómez. «Negociamos con DHL porque no nos dan dolores de cabeza. Los otros tienen un porcentaje de pérdidas y retrasos considerables. El cliente sabe dónde está el paquete en todo momento y cuándo llega a la tienda», señala. Desde pequeños envíos, hasta frigoríficos o lavadoras. Los pedidos que pueden recibir son de todos los tamaños, a diferencia de otros puntos de recogida, que ponen límites al no disponer de suficiente espacio. «Nos genera un flujo de entre 50 y 60 clientes diarios. Es un buen intercambio. Estamos contentos».

XOAN CARLOS GIL

Los puntos de recogida ofrecen una mayor comodidad para los clientes, que pueden recoger sus pedidos en un lugar cercano en vez de esperar en casa por la entrega y aprovechándose de los horarios de los comercios. Además suponen unos menores costos de envío para las plataformas, al no tener que entregar los pedidos directamente a los clientes, lo que puede repercutir en un menor precio de los productos que se ofertan por Internet.

«Me voy a apuntar porque ya estoy recogiendo gratis todas las cajas a los vecinos»

Ser punto de recogida de paquetes es, en realidad, algo que muchos comerciantes llevan haciendo toda la vida como un favor a sus clientes. Raro es quien en alguna ocasión no haya dejado algo en una tienda o en un bar para que otra persona como puede ser un amigo, un familiar o un cliente lo vaya a recoger posteriormente. El problema es que, con el auge del comercio electrónico, este fenómeno se ha incrementado notablemente. Emilia, responsable del quiosco y punto de venta de lotería del número 20 de la calle Florida afirma que está estudiando establecer algún acuerdo con alguna plataforma para sacar algún beneficio. «Yo ya lo estoy haciendo gratis a los vecinos. Me lo piden de favor, pero también se lo estoy haciendo a los repartidores. Entonces que paguen algo», señala.

XOAN CARLOS GIL

El joven Giovanny, de la tienda de alimentación Frescomarket, señala que también comenzaron entregando paquetes para hacer un favor a sus vecinos y clientes. Al final, vieron que gestionaban media docena de paquetes diarios y entonces decidieron establecerse como un punto oficial de recogida de Amazon.

En contra

No todo son voces a favor de ser punto de recogida de ventas online. El empleado de una tienda de cigarrillos electrónicos que prefiere no dar su nombre afirma que no le compensa porque «hago el trabajo de un oficinista de Seur. Resuelvo problemas y tengo que aguantar a la gente que viene a protestar por el mal servicio que presta la empresa de paquetería». Señala que además le quita mucho tiempo para atender a sus clientes, que requieren unas explicaciones pausadas sobre el funcionamiento de los cigarrillos electrónicos. «Mi trabajo consiste en explicarles, pero en ese momento tengo que parar porque entran a por un paquete», señala.