El Sergas tendrá que indemnizar con 20.000 euros a una viguesa por el retraso en su cirugía de reasignación de sexo

La Voz VIGO

VIGO

Charlotee Goiar fue el primer caso en que un juez obligó al Sergas a paga un cirugía de cambio de sexo en Galicia
Charlotee Goiar fue el primer caso en que un juez obligó al Sergas a paga un cirugía de cambio de sexo en Galicia M. MORALEJO

En una sentencia del TSXG se apunta a que hubo «pérdida de oportunidad» pero no mala práxis médica

04 feb 2023 . Actualizado a las 00:11 h.

20.000 euros de indemnización. Eso es lo que pagará el Sergas a una viguesa diagnosticada con síndrome de Harrys Benjamin (disforia de género) después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia haya estimado parcialmente el recurso interpuesto por la paciente en el que se ponía de relevancia el retraso en los trámites para que pudiera someterse a una cirugía de reasignación de sexo. 

El caso se remonta a hace año, puesto que la batalla judicial de la viguesa no es nueva. Primero fue la pelea para que la sanidad pública autorizase la intervención, para lo que llegó a denunciar públicamente su situación. Finalmente consiguió que el Sergas autorizase y costease una intervención quirúrgica en una clínica privada de Barcelona, la única que en España realizaba la operación que ella necesitaba, en enero de 2015.

Posteriormente, la recurrente presentó una reclamación de responsabilidad patrimonial ante el Sergas, por retrasar 5 meses la valoración previa a la operación y por una supuesta mala praxis que empeoró su situación emocional. Sanidade rechazó la reclamación, pero un juzgado le dio parcialmente la razón, y condenó al Sergas a indemnizarla en 6.000 euros.

Mediante el recurso que presentó ahora el TSXG ha estimado parcialmente sus pretensiones y aumentado hasta los 20.000 euros la indemnización al entender que hubo «pérdida de oportunidad» por el retraso en la valoración y, consecuentemente, retraso en la operación.

Con todo, el alto tribunal gallego considera que no hay indicios para hablar de mala praxis médica, según recoge Europa Press. Así, según la sentencia, el retraso en la intervención no es por sí misma la causa que provocó sus problemas psicológicos, ni las complicaciones posteriores a la cirugía (tuvo que ser tratada de una fístula y no recibió el alta definitiva hasta 2017), sino que concurrieron otros factores.