«Tuvimos una suerte maravillosa»

La Voz

VIGO

27 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La Xunta indemnizó a los propietarios de las viviendas que hay que sacrificar para ampliar el polígono de Navia y también buscó alternativas habitacionales para algunos inquilinos que todavía seguían residiendo en ellas en régimen de alquiler. Es el caso de Enrique Dasilva, que lleva ya cuatro meses instalado con sus tres hijos en un piso de la calle Lorient. Durante los últimos años residió en una antigua vivienda unifamiliar del camino Serra, cuya demolición acaba de ser autorizada. Reconoce que, los meses previos a aprobarse el plan parcial, vivieron con tensión y una gran incertidumbre, sin saber lo que pasaría en el futuro y con mucha pena por abandonar un lugar en el que se encontraban muy a gusto. Pagaban un alquiler muy bajo y se encontraban en un sitio tranquilo pero, al mismo tiempo, a un paso de todos los servicios que ofrece la calle Teixugueiras. La pandemia le obligó a reinventarse después de cerrar un taller de camperización de furgonetas en un terreno por el que tuvo que seguir pagando un alquiler, por lo que no tenía muchos ingresos. La vivienda había sido expropiada y tenían que desalojarla en cuestión de meses. El pasado verano recibió una llamada desde la administración autonómica para darle una salida. «Nos ofrecieron un piso en la calle Lorient y otro en Torrecedeira. Nos vino genial. Tuvimos una suerte maravillosa», afirma Enrique. Solo once casas del entorno afectado por el plan son compatibles con la nueva ordenación. El barrio que ocupa la parte de atrás del colegio Amor de Dios está al borde de la desaparición. Muchos propietarios han dejado ya las viviendas para dar paso al nuevo proyecto residencial. Además de las 1.600 nuevas viviendas, se proyecta la construcción de nuevos viales y de equipamientos públicos, como el instituto de enseñanza secundaria tan demandado en la zona y que enfrenta a la Xunta y el Concello.