«Debemos abrir nuestras fábricas a los turistas, así se irán como clientes»

Bibiana Villaverde
bibiana villaverde VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Alexandra Touza es pionera en organizar rutas de experiencias y forma a guías de otras comunidades para promover visitas vinculadas al territorio. «Tenemos que evitar masificar los espacios»

21 ene 2023 . Actualizado a las 18:47 h.

Ser nieta de un superviviente de Auschwitz enseñó a Alexandra Touza (Vigo, 1979) que son las vivencias, no solo las malas, las que se quedan en el recuerdo de por vida. La niña de madre holandesa y padre de Ribadavia, que creció sintiendo que su patria era Europa, ha acabado como consultora, pionera en la promoción del turismo de experiencias. Con su firma Ponle Cara al Turismo, es turoperadora local e intermediaria para empresas turísticas nacionales e internacionales que organizan viajes a Galicia. Ella, siempre en la vanguardia del sector, asegura que la sostenibilidad turística es un concepto del pasado, el objetivo del que se ha hablado estos días en Fitur es regenerar el medio natural allí donde uno veranea.

Hornear dulces en Ribadavia, mariscar en las rías o elaborar cestos al método tradicional son algunas de las experiencias que más triunfan entre los visitantes. «Cada territorio tiene una esencia distinta, es auténtico y único. Eso es lo que hay que transmitir. Tenemos un listado de residentes y vecinos con los que podemos contar para que hagan de anfitriones en estas actividades, ellos encantados y los turistas también». Touza empezó en el 2010 diseñando estas rutas y hoy tiene embajadores por todo el territorio gallego, especialmente en la costa. Elabora primero un estudio de los recursos potenciales de cada zona, charla con los vecinos que tienen actividades relacionadas con el sector productivo local y les da una formación para que puedan ejercer como guías. «Ellos se sienten orgullosos de lo que hacen y, con las visitas de los grupos, incrementan sus ventas».

Touza da cursos en otras comunidades sobre turismo marinero y propone al sector empresarial de la pesca embarcarse en esta aventura que, según esta empresaria, solo da beneficios. «Debemos abrir también nuestras fábricas, como las conserveras, a los turistas. Entran como turistas pero se van de allí como clientes. Si enseñas el cariño con el que haces las cosas, en la visita te los has ganado»

A las luces les falta identidad

Las visitas a lonjas o subastas de pescado están triunfando, aunque el visitante tenga que poner el despertador a las cuatro de la mañana, la experiencia compensa. «Hay que trabajar la identidad, Vigo y las Rías Baixas es mar, tradición. Hay que tematizar, no se trata de ser un parque de atracciones pero todo debería tener una línea, una coherencia con la esencia del lugar». ¿Cumple esta premisa el fenómeno de las luces de Navidad de Vigo? Según esta experta, no. «Es un fenómeno potente, pero no tiene identidad, es artificial como fenómeno turístico. Además, hay que buscar un equilibrio. Tenemos que evitar masificar los espacios. Convertirte en una ciudad marca puede expulsar a los residentes del centro y puede provocar que suban los precios y que desaparezcan las tiendas de barrio porque los servicios se centren en el turismo. Tengo miedo de que Vigo se convierta en eso, como le ha pasado a Lisboa».

El modelo turístico del futuro está estos días a debate en Fitur, donde se está hablando de regeneración de los espacios y la conexión del turista con el territorio. Un turismo que será así o no será. El debate sobre la contaminación que causa el flujo de visitantes y la huella de carbono de aviones o barcos es ya irreversible. «El concepto sostenibilidad ha quedado obsoleto. Hay que aportar valor al destino donde vas a desarrollar tu actividad turística, dejando el espacio mejor de lo que lo has encontrado».

Alexandra Touza estaba predestinada a trabajar en el sector. Fue en Lanzarote donde descubrió las potencialidades de un negocio que supone el 11 % del PIB gallego. Touza habla inglés, holandés y francés, además del castellano y del gallego, y ha viajado desde niña por Europa, para visitar Holanda, su patria materna. Pero lo que más le ha marcado ha sido la vida de su abuelo, superviviente del campo de concentración de Auschwitz, donde perdió a toda su familia con 13 años. «Con 17 años fue liberado y volvió a Holanda para buscar a los familiares que le quedaban. Es un tema con el que estoy muy sensibilizada, de ahí que haya investigado y escrito sobre las hermanas Touza de Ribadavia, tres mujeres que tenían un quiosco en la estación de tren, donde escondían a los judíos para ayudarles a escapar por Portugal. Mucha gente regresó años después buscando a estas mujeres». Alexandra les ha dedicado un cuento y una ruta turística en Ribadavia, de donde es su padre. Es un ejemplo del modelo turístico que defiende desde hace 13 años, convencida de que lo auténtico es lo inolvidable. «A mí donde me gusta ser turista es en sitios exóticos: África, Brasil... Y también Lanzarote. Tiene un aura especial. Tenemos que reconectar con la naturaleza».

Su canción favorita

«A sky full of stars», de Coldplay. «Coldplay me parece un grupazo. Esta canción me gusta y también me hace reconectar con los que ya no están aquí y se han ido. Además, es un tema que me da mucha fuerza para seguir adelante, por eso la he elegido», explica Alexandra Touza.