Tirarán tabiques para agrandar salas de juicios de la Cidade da Xustiza

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Las estancias donde se celebran juicios son minúsculas para las vistas complejas o graves que celebrará la Audiencia Provincial, que se muda la próxima semana

19 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La Cidade da Xustiza de Vigo dará un gran giro la próxima semana cuando se muden allí las dos secciones de la Audiencia Provincial desde los edificios de la calle Lalín. La llegada de estos altos tribunales, uno de ellos de lo penal, que celebran vistas por asuntos graves, complejos o con numerosos acusados, ha generado preocupación porque las salas de vistas son demasiado pequeñas y apenas tiene bancos para una docena de personas, entre acusados y público, y un par de asientos para los abogados y el fiscal. Es una queja habitual de los funcionarios y los jueces, sobre todo de los juzgados de lo penal, que esta semana han iniciado el traslado, razón por la que la Xunta ya se plantea tirar tabiques para unir varias salas colindantes y duplicar el espacio para crear otras más amplias.

Una alternativa para la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, que suele ser el tribunal que requiere más espacio en Vigo, es usar la macrosala de la Cidade da Xustiza, la mayor de Galicia y que está ubicada en la planta baja del nuevo palacio judicial. Pero el problema es que dicha sala multiusos, que incluso puede operar como salón de actos, no ha sido asignada a ningún tribunal en concreto y hay que ponerse en la lista de espera para usarla.

Y, como consecuencia de la falta de espacio en las salas de vistas ordinarias, muchos jueces piden turno para ocuparla si ven que hay un juicio con muchos acusados o se prevé gran afluencia de abogados o público.

La idea inicial de la Xunta fue crear casi tantas salas de juicios como juzgados para que los magistrados no tuviesen que compartirlas ni estuviesen ocupadas. Pero al resultar estas de reducidas dimensiones, hay ocasiones en que no caben ni los letrados ni el público. La situación se agrava con la Audiencia o los juzgados de lo penal porque estos tienen que citar a víctimas de abusos sexuales que no quieren cruzarse en los pasillos con los acusados. Acomodar un biombo en un recinto tan minúsculo y preservar la intimidad de la mujer agredida sexualmente supone un reto para los organizadores de juicios.

A ello se suma que en algunas salas de vistas la intimidad es mínima porque una pared de cristal que da a un pasillo y por el que cualquier persona puede curiosear lo que ocurre dentro del habitáculo o incluso hacerle gestos amenazantes a un testigo que está declarando en ese momento.

Otra queja es que entre una sala y otra contigua las paredes filtran los sonidos y se oyen las voces, por lo que la confidencialidad del procedimiento es nula.

Las salas de juicios están distribuidas a lo largo de los pasillos de las dos primeras plantas de la torre de la Cidade da Xustiza, que antes albergó al Hospital Xeral. Todos los jueces bajan a dichas plantas para celebrar las vistas mientras en unos estrechos pasillos se apelotonan y mezclan abogados, acusados y víctimas, algo que también ha suscitado quejas.

Si prospera el plan de tirar tabiques, podrían habilitarse varias salas de tamaño medio o grande, lo suficientes amplias para acoger una vista ordinaria con media docena de acusados y otros tantos abogados. Y para las grandes causas, habrá que coger número de turno para la macrosala.