La presión en urgencias obliga a poner más camas para ingresos en el Cunqueiro y el Meixoeiro

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

Xoán Carlos Gil

38 personas estaban sin plaza de hospitalización por la mañana

18 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Un total de 38 personas permanecían ayer a las 8.00 en camas de urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro, con orden de ingreso pero sin poder ocupar una habitación porque no había suficientes disponibles en ese momento para todos los enfermos. Las urgencias no vivieron una jornada de récord: en el área de adultos atendieron a 438 pacientes, una cifra que ronda la media de este enero —aunque son casi 70 personas más que en enero del año pasado—. Y sin embargo, hubo unos 70 ingreso, que es una cifra elevada y que carga más presión a un hospital ya saturado.

Porque esos 70 pacientes se suman a todos los de los últimos días. El inicio del año está siendo muy intenso en urgencias y en el hospital en general, que está lleno. Por eso, ayer la dirección del área sanitaria de Vigo decidió, ante la presión de los ingresos, instalar nuevas camas. Se instalaron veinte en el Cunqueiro, y otras quince en el Meixoeiro. En suma, 35.

El invierno es un continuo movimiento de instalación y retirada de camas en los hospitales públicos de Vigo. En el Cunqueiro se conoce como apertura de fases. La mayoría de las habitaciones del hospital tienen capacidad para dos camas, pero se utilizan como individuales. Cuando hace falta, se pone la segunda plaza. La apertura de nuevas fases se hace de diez en diez camas y conlleva la contratación de enfermeras para cumplir las ratios establecidas. Antes de las dos que se abrieron ayer ya había cuatro fases operativas, de modo que el Cunqueiro ya tiene 60 camas extras para afrontar la epidemia invernal de infecciones respiratorias.

Por otra parte está el Meixoeiro, un hospital que ha permanecido todo el año medio cerrado por las obras de climatización, que están próximas a terminar, pero que todavía dejan sin uso tres plantas, lo que significa 90 camas menos.

Y en ambos casos, dicen fuentes sanitarias, está el plan del Sergas para reducir las listas de espera y terminar el 2023 en cifras equivalentes a las del 2019. Es habitual que en los inviernos ser reduzca la actividad quirúrgica para ocupar las camas con enfermos de especialidades médicas, como las infecciones respiratorias. En este momento, el ritmo es mayor que en cualquier época anterior, lo que obliga a combinar la atención a la patología aguda con el mantenimiento de las operaciones, para terminar el año con unos datos presentables.