Temen que un edificio en mal estado dañe a los niños de un colegio de Vigo

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

El Concello espera desde hace medio año su desafectación para demolerlo

13 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los alumnos del colegio público de educación infantil y primaria Sello, en Cabral, no pueden salir al patio porque corren el peligro de que les caiga un cascote en la cabeza o un trozo de persiana. También tienen vetado el uso de otra zona de esparcimiento interior que anteriormente les venía muy bien para los niños más pequeños. La culpa de este riesgo la tiene el estado de abandono del edificio de bajo y tres plantas donde antiguamente vivían los maestros. El inmueble fue construido en 1975 pegado al área de recreo infantil.

Los profesores lo habitaron durante décadas, pero poco a poco se fue quedando vacío porque los nuevos maestros que fueron llegando tras aprobar las oposiciones prefirieron vivir de una forma mucho más confortable en sus propios hogares. El último inquilino fue un antiguo director que residió allí durante 40 años. El edificio lleva más de diez años cerrado y se ha ido deteriorando progresivamente. Su principal problema es la humedad, que ha atacado techos y paredes, sobre todo en los pisos superiores, debido a la falta de impermeabilización de la cubierta.

La directora del colegio apuesta por reconstruir el edificio y crear una guardería pública que tanta falta hace en la parroquia de Cabral, dado que no hay ninguna. Sin embargo, el Concello ha desestimado completamente cualquier intento de recuperación y ya lo da por perdido.

La Junta de Gobierno Local aprobó en junio del año pasado una propuesta a la Consellería de Educación para su desafectación con el fin de demolerlo y solucionar definitivamente el problema. Esta solicitud todavía se encuentra en trámite, según indican fuentes de la Xunta. La administración local quiere derribarlo para solucionar «o perigo que para os nenos e nenas do centro pode supoñer o mal estado de conservación».

Más espacio

El objetivo es recuperar el espacio como patio del centro y zonas exteriores, «ou ben coma ámbito disponible para futuras actuaciones edificatorias». El departamento municipal de Educación ya ha hecho un presupuesto de lo que le costaría demoler el inmueble. Calcula que serían en torno a los 46.000 euros. El Concello elaboró un informe en el que concluyó que el edificio no se encuentra en ruina técnica, pero «pódese falar de inviabilidade do mantemento da edificación en termos funcionais, xa que as características morfológicas e constructivas do edificio imposibilitan calquera reforma ou rehabilitación para dar cabida a posibles usos de carácter educativo», destaca el servicio municipal de Educación. Las alturas entre pisos incumplen las mínimas exigidas y además cuenta con numerosas limitaciones de accesibilidad y habitabilidad.

El Concello colocó unas bandejas de protección en todo el perímetro, pero no considera que sea suficiente esta medida. Según los arquitectos municipales, la fachada presenta numerosas patologías. Las persianas están parcialmente desprendidas y la oxidación de elementos metálicos ha provocado el desprendimiento de grandes trechos de revestimiento.

Muros agrietados

Este inmueble no es el único problema que limita la capacidad de aprovechar el espacio en el recinto escolar. La directora del centro muestra muros del recinto exterior que se encuentran agrietados. Se localizan en una campa trasera donde hay un invernadero que tampoco pueden usar. Los responsables del centro han puesto esta situación en conocimiento del Ayuntamiento. La respuesta ha sido una indicación para colocar un precinto de seguridad para que los niños no se acerquen al muro.

La comunidad escolar demanda al Concello que lleve a cabo las labores de mantenimiento que le corresponden para poder solucionar estos problemas y hacerlo más habitable. También se encuentra pendiente la renovación de los baños. Solo está reformado el de la planta baja. La fontanería está anticuada en los pisos superiores. La directora del colegio señala además que, al igual que el resto de los colegios públicos, sufren la falta de contratación de un conserje.