El éxito de competir sin presión y tras un parón de dos años

MÍRIAM V. F. VIGO / LA VOZ

VIGO

CEDIDA

El vigués Samuel González fue campeón gallego de ciclocrós después de apartarse del ciclismo por sentirse saturado y desmotivado

12 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis años después, y con un parón de dos entre medias, Samuel González (Vigo, 1997) se proclamó el pasado fin de semana campeón gallego de ciclocrós por segunda vez en su carrera. Confiesa que este título tiene un sabor diferente. «Sobre la bici he disfrutado siempre, pero ahora lo hago de otra manera. Me he quitado la presión», comenta el corredor vigués, que ya está en Vic para participar este próximo fin de semana en el Campeonato de España.

En su momento, lo dejó desencantado del ciclismo en cierta medida. «Iba a pasarme a carretera, pero no fue lo que esperaba y decidí apartarme», introduce. No llegó a correr con el equipo con el que iba a hacerlo, que le prometió cosas que no se cumplieron, y decidió centrarse en opositar para bombero. «Estaba saturado y quise desconectar un poco. Hasta que el año pasado, me apeteció volver a correr», cuenta.

En el momento de aparcar la bici, reconoce que dio «un cambio drástico». Aunque sabía que era muy complicado vivir del ciclismo, había dado lo mejor de sí para intentar «por lo menos, sobrevivir de ello», pero estaba cansado de la falta de ayudas, de que sus padres tuvieran que hacer sacrificios económicos y de que las recompensas no llegaran. «Los apoyos eran limitados y ya no quería verme en lo mismo. Lo de la carretera no salió y veía que lo que había hecho hasta entonces no tenía salida», razona.

Al comenzar con la preparación física para las pruebas de bombero, dejó la bici a un lado por completo. Ni como afición para el tiempo libre. «Tenía que hacer otro tipo de trabajo: de fuerza, carrera. Estaba muy centrado en eso y no la toqué para nada», cuenta. El primer mes no la echó de menos en absoluto, asegura, pero esas sensaciones fueron cambiando con el tiempo. «Poco a poco, sí que lo echaba en falta. Al final, siempre ha sido lo que más me gusta, aunque no me pueda dedicar a ello profesionalmente», asume.

Competir de otra manera

Cuando, el año pasado, decidió volver, Samuel tuvo claro que lo haría con otro enfoque, con una filosofía diferente a la que le había movido hasta entonces. «Ya sé que no voy a vivir del ciclismo, o lo dudo mucho (ríe). Digamos que corro para pasarlo bien, sin meterme encima la presión de antes», señala. Solo acude a las citas que le apetece, aunque tampoco oculta que, como le gusta tanto este deporte, son todas las que puede. «Sigo queriendo dar lo máximo de mí y hacerlo lo mejor posible, pero sin la presión que tenía antes», insiste.

Ahora, la prioridad es divertirse, y lo está haciendo más que nunca. «Lo vivo de otra manera. Antes, iba con el objetivo concreto igual de dejarme ver, y ahora no tengo eso en la cabeza, solo disfrutar de la competición y buscar mi límite», ahonda.

De profesión, bombero

Mientras está pendiente de aprobar la oposición y sacar su plaza, Samuel se encuentra ahora mismo cubriendo una baja y, cuando no ha tenido estas sustituciones, ha trabajado en la tienda de su padre, Máis que bicis, que es también el equipo para el que corre. «Al poco de acabar la temporada pasada, empecé en el parque de Ponteareas y lo compagino bastante bien», comenta. Prueba de ello son los resultados anteriores a la cita autonómica, que ya le situaban como favorito para la cita del pasado fin de semana.

Ahora, queda el Campeonato de España, donde vuelve en cierto modo la presión, pero más por el hecho de competir junto a más compañeros en el relevos que por otra cosa. «Como formas parte de la selección, no quieres fallarles a los demás. La idea sigue siendo, de todas maneras, disfrutarlo», aclara. En la prueba individual élite, aspira a quedar entre los diez primeros y prácticamente descarta poder colarse en el top-5. «Después, dependerá de la carrera, de las circunstancias. Hay mucha gente de un nivel parejo y los detalles van a marcar que estés cinco puestos más arriba o más abajo».

Llega con el impulso del título gallego, que se llevó con relativa facilidad, aunque con la ausencia de Miguel Rodríguez (sub-23). «Pensé que iba a ser más exigente. Lo supe llevar bien, marcar mi ritmo. En las últimas vueltas, lo tenía controlado y pude tomar precauciones, como ir a pie en algunas zonas encharcadas para cuidar la mecánica», detalla. Este fin de semana, más.