Armón eleva el primer casco construido en el antiguo Barreras en seis años

Alejandra Pascual Santiago
Alejandra Pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

Trabajadores de Armón avanzan el casco del nuevo arrastrero de 50 metros para la empresa Argentina Wanchese.
Trabajadores de Armón avanzan el casco del nuevo arrastrero de 50 metros para la empresa Argentina Wanchese. Oscar Vázquez

Se trata de un arrastrero de cincuenta metros para la argentina Wanchese

10 ene 2023 . Actualizado a las 18:37 h.

Seis meses le han bastado a Armón, el nuevo dueño de Hijos de J. Barreras, para instalarse en el número 2 de la avenida de Beiramar, despejar las gradas y construir el casco de un arrastrero de 50 metros. El proyecto del grupo asturiano para el mayor astillero de la ría de Vigo avanza a buen ritmo, como demuestra el hecho de que arranquen el 2023 con la estructura de su primer pedido montada en el nuevo carro que acoplaron en las gradas. El sector coincide en que «están haciendo las cosas bien». Podrían consagrarse a lo largo de este ejercicio como la factoría naval privada más productiva de toda Galicia.

El pedido, el primero en seis años en las gradas de la extinta Barreras, es un pesquero para la armadora argentina Wanchese, del Mar del Plata. En su casco de acero, ya elevado, trabajaban ayer varios empleados de la nueva Astilleros Ría de Vigo, que es el nombre con el que se ha registrado oficialmente la sociedad de Armón en Barreras. Furgonetas de empresas asturianas cargadas con acero recorrían la entrada. La actividad ha vuelto oficialmente a esta esquina de Beiramar. El pedido se comunicó en agosto del año pasado y ha bastado medio año para completar una de las fases más laboriosas de los pedidos navales.

Otra acción meritoria es el hecho de haber dado forma al arrastrero argentino mientras Armón continúa dedicando parte de sus esfuerzos a la rehabilitación y puesta a punto de la unidad productiva de Barreras. A finales del 2022, lograron despejar sus gradas de los restos de los cascos de dos cruceros que la empresa extinguida construía para la naviera Havila Kystruten. Las ofertas para hacerse con tales estructuras no convencieron a nadie y finalmente se quedaron en Vigo. Fue el principio del fin del que llegó a ser el mayor astillero privado de España. Se trataba de varios miles de toneladas de acero que Armón optó por desguazar y liquidar. Una empresa especializada se encargó de esta misión e hicieron falta varias semanas hasta despejar el espacio provisto y acondicionado para la construcción naval.

Y mientras el casco para Wanchese va viento en popa, Armón ya ha anunciado otros dos pedidos para las instalaciones de Barreras: un buque para la pesca de vieira y un pesquero para Canadá, según anunció el consejero delegado del grupo, Laudelino Alperi, el día que botaron el primer ferri eléctrico construido en España para Balearia. En las instalaciones habituales de Armón tienen otros tres oceanográficos en marcha.

La actividad de reforma y mejora también se está notando en las instalaciones de enfrente, en el número 99 de esta avenida. Armón está reformando la fachada del edificio y plantea la posibilidad de diseñar un aparcamiento para trabajadores en esta nave, aunque esto último «todavía no es seguro», según fuentes del sector.

La demolición de la nave de Aucosa también es otra cuestión clave para unificar todas las instalaciones. El grupo ha avanzado en la fase más laboriosa, que era la de liquidar toda la estructura interior, afectada en parte por amianto. Estos días han derribado el techo de esta mole que pertenecía a Barreras, así como la fachada de las plantas de arriba.