Los surtidores de baterías de VI&GO para motos, bicis y patinetes han cautivado a Juan Roig y al Santander. «Este año, lanzamos el proyecto piloto en Vigo, Madrid y Barcelona»
07 ene 2023 . Actualizado a las 09:39 h.Ir a la gasolinera quedará atrás con el avance de la movilidad eléctrica. O no. Puede que se vaya de otra manera. Esta ingeniera de la Universidad de Vigo viene a revolucionar el futuro de la automoción en las ciudades. A través de sus «estaciones o puntos de intercambio», Marta Álvarez Hereda (Punxín, 1997) propone que no sean los vehículos eléctricos los que paren a cargarse si no que lo hagan sus baterías, que estarán, a su vez, disponibles en los dispensadores que ha creado. La idea supone una vuelta de tuerca a lo que hoy en día entendemos por estaciones de servicio. Precisamente, los tiempos de carga y la falta de infraestructura son la principal barrera para la proliferación de los vehículos eléctricos, cuya implantación será obligada por ley antes del año 2035.
VI&GO, la start-up con la que Álvarez Hereda está triunfando ya antes de su lanzamiento en el mercado, proporciona la tecnología para el intercambio de baterías de motos y vehículos ligeros como patinetes o bicis eléctricas, pero asegura esta ingeniera que no es descabellado pensar que la carga de los coches acabe pasando también por este sistema. De momento, el proyecto se centra en vehículos de flotas de reparto o mensajería. «Hemos diseñado y desarrollado la tecnología para la creación de estaciones o puntos de intercambio que queremos instalar en estaciones de servicio o centros comerciales. Un repartidor puede conectarse a nuestra aplicación, identificarse y localizar la estación más cercana para cambiar la batería de la moto en cuestión de segundos, para poder seguir con su ruta».
Su idea tiene el aval del Banco Santander que acaba de galardonar a VI&GO con el segundo premio en Santander X Award Spain 2022, que distingue a las mejores iniciativas de emprendimiento universitario en España. El apoyo empresarial al proyecto es tal que Álvarez se ha mudado a vivir a Valencia para participar en Lanzadera, el programa de aceleración de Juan Roig, dueño de Mercadona, que ha seleccionado a VI&GO por su potencial. «Hemos estado también unos meses en el Instituto Tecnológico de la Unión Europea, EIT Urban Mobility. Nos eligieron como una de las 12 empresas más prometedoras de Europa. Hemos cogido perspectiva de lo que se hace fuera de España».
Junto a Marta Álvarez están embarcados en este proyecto dos compañeros en la Escuela de Industriales de la Universidad de Vigo, Nacho Iglesias y Adrián Marnotes, los tres ourensanos, pero vinculados a Vigo hasta el punto de que han unido el nombre de la empresa a la ciudad. «VI&GO es por Vigo. Vivimos aquí y estudiamos aquí. Además, a nivel comercial tira muchísimo». Vigo será una de las primeras ciudades donde se va a lanzar el proyecto piloto este año, junto con Madrid y Barcelona.
«No tengo coche ni quiero»
La idea de este modelo de negocio surgió durante el confinamiento. «Flipamos con las motos eléctricas de delivery en esas semanas de encierro. Empezamos a hablar con empresas y clientes y todo fue avanzando». Hoy, tienen acuerdos con varias marcas nacionales de vehículos eléctricos con las que están desarrollando la tecnología en función de las necesidades de las firmas de reparto, sus potenciales clientes. «Las empresas se pueden centrar en el desarrollo del producto y nosotros le damos un paquete añadido, una estructura de recarga eficiente para que no tengan que cargar en su instalación. El estándar electrónico que hemos desarrollado es compatible con cualquier vehículo eléctrico ligero. Además, la gestión de datos nos permite monitorizar baterías y tener un control más exhaustivo». También el sistema de pago es innovador. «Es mediante suscripción. Igual que una persona no paga una película sino que paga Netflix, queremos que tenga el Netflix de las baterías con nosotros. El futuro de la movilidad es flexible, a demanda y sostenible. Los modelos de propiedad están cambiando».
Normativas como las zonas de bajas emisiones que restringirán desde este año el acceso de tráfico al centro de las ciudades están empujando a una nueva forma de movilidad, pero para muchos jóvenes ya no es una cuestión de imposición sino de concienciación. «Yo me muevo en transporte público. No tengo coche ni quiero. He vivido en Asia y en ciudades donde el metro, el bus y la bici funcionan muy bien». Entiende que en Galicia el cambio irá más lento por la dispersión poblacional pero asegura que «es más importante ser conscientes del impacto y planificarlo que ir deprisa».
Álvarez Hereda participa también en un proyecto europeo de movilidad en la Universidad de Múnich. «Me abrió los ojos para empezar un proyecto más social, estoy trabajando para paliar los problemas en colectivos con dificultades de movilidad urbana. Está muy relacionado con las mujeres». Y razones no le faltan. Como estudiante comprobó que faltan compañeras en el futuro de la ingeniería y, como emprendedora, también lo sufre. «En las start-up tecnológicas, hay una figura femenina por cada cinco. Estudié ingeniería porque tenía una referencia en casa. Me gustaría ser yo también esa referencia». Y solo tiene 25 años.
Su canción preferida
«Sad People», de Kid Cudi. «Representa lo que siento muchas veces. Parece una canción triste pero habla de levantarse y de que, aunque haya momentos malos, hay que tirar adelante. Emprender ha sido encontrarme a mí y lo que me gusta. Es entrar en una jungla donde aprendes muy rápido y sales de tu zona de confort».