Un lugar espiritual alejado del ajetreo mundano

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

En el área de Vigo son muchas las ermitas existente que remiten a un tiempo de recogimiento

17 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En los primeros años del cristianismo hubo una corriente espiritual cuyos seguidores abandonaban voluntariamente la vida en sociedad para alcanzar la perfección moral en la más absoluta de las soledades. Eran los llamados eremitas, que, en siglos posteriores, dieron paso a pequeñas comunidades monásticas. De la palabra eremita tenemos en la actualidad ermita, un espacio religioso de pequeñas dimensiones que está apartado de la vida social de un pueblo, aunque ya no está ocupado por ascetas.

Estos espacios, más allá de su valor arquitectónico y artístico, que en muchas ocasiones sí está presente, destacan por la dimensión espiritual y el tratamiento dado por el pueblo a lo largo de los siglos. No son pocas las ermitas existentes en el área de Vigo que tienen asociadas romerías con tradiciones ancestrales. Una de las más conocidas está en Covelo, en A Xestosa. Es también la situada en el lugar más alto de la provincia, muy cerca del Faro de Avión, a casi mil metros de altura. Junto a la ermita, y es uno de los elementos más singulares del lugar, existe un tumba labrada en roca, a la que la tradición atribuye propiedades curativas. El 25 de agosto se celebra allí una multitudinaria romería mariana. En ese mismo municipio también está la ermita de Nosa Señora da Guía en Maceira, que incluso tiene una fachada similar a la anterior.

Con romerías

En Crecente está la ermita de la Virxe do Camiño, cuya fachada presenta un pórtico con un arco apuntado al estilo gótico. Sin embargo, su antigüedad como espacio de culto religioso se remonta varios siglos atrás, y se le ha relacionado con una vía de peregrinación de Portugal a Santiago de Compostela. Está asociada a una romería que se celebra el 15 de agosto. Esta es una característica relacionada habitualmente con las ermitas.

Regresando a las alturas de la provincia, en Arbo se encuentra la ermita de San Fins. Aunque en uno de sus muros aparece el año de 1638, parece que el lugar ya acogió cultos religiosos con anterioridad. También acoge este templo una romería en el mes de agosto. Y no muy lejos de allí, en As Neves, se encuentra la ermita de San Nomedio. Dice la tradición que bajo su altar está enterrada una ara romana. Algo similar se dice de la ermita de San Bartolomé de Taboexa, también en As Neves. En este caso, el precedente al que alude la tradición es pagano ya que se nombra la presencia anterior de un dolmen.

La ermita de San Bartolomé de Taboexa es otro bello ejemplo de estas construcciones religiosas que, a lo largo del tiempo fueron transformándose, pero que conservar el sentido espiritual del lugar. El 24 de agosto, en este lugar se combate el miedo en la romería en honor a San Bartolomé. Nuevamente, la tradición habla de que este lugar retiene la espiritualidad a los tiempos prerromanos. Una situación similar se produce en Troña, en Ponteareas, donde se levanta la ermita del Dulce nombre de Jesús. Aunque el actual templo fue construida en el siglo XVIII, el culto religioso ya se desarrollaba en el lugar mucho tiempo antes.

Mucho más espectacular es la ermita de la Asunción en monte Castelo, en Salvaterra de Miño. La construcción se incrusta en una peña, dándole un carácter casi troglodita. Ya en el límite entre Salceda de Caselas y Ponteareas se alza la ermita de San Cibrán. Aquí la romería tiene lugar el 16 de septiembre.

En Tui hay un lugar cargado de una gran fuerza espiritual. Se trata de la ermita de San Xiao, en el alto del Aloia. La historia dice que fue construida en el siglo XVI para dar continuidad a un templo anterior.

Siguiendo el curso descendente del Miño se encuentra San Martiño de O Rosal, una pequeña ermita situada en un alto, donde en noviembre también se celebra una romería. Cerca de allí está la de la Madalena, con un paraje natural espléndido, presidido por las famosas sobreiras (alcornoques). Coronando el Trega, ya en el municipio de A Guarda, se sitúa otra ermita que experimentó cambios arquitectónicos desde sus orígenes, datados en el siglo XII.

Por su ubicación junto al mar es curiosa la ermita de Santa Marta de Baiona, que, según la tradición, fue destruida por el corsario inglés Francis Drake.

Cambios importantes

En Vigo hay varias ermita, pero quizá la más famosa sea la del monte Alba, donde se celebran tres romerías entre agosto y septiembre. Al otro extremo del municipio, en A Guía hubo una ermita hasta mediados de los años cincuenta del pasado siglo, momento en el que se construyó la actual iglesia. Como ocurre en otros casos, aquel edificio, muy pobre de aspecto, se construyó encima del antiguo castro prerromano. Otra ermita relacionada con la celebración de una romería es la dedicada a San Amaro, en Matamá.

En el límite entre Redondela y Soutomaior se encuentra la ermita de A Peneda, en la que confluye una atractiva arquitectura barroca y un entorno espectacular. En sus proximidades está un alcornoque incluido en el registro de árboles singulares de la Xunta de Galicia.

En el municipio de Cangas destacan las ermitas de San Roque, en lo alto de la villa, y la dedicada a Santa Marta en Liméns.

En toda el área metropolitana viguesa hay más ermitas situadas en parajes singulares y en las que se siguen celebrando romerías en distintas épocas del año.