El dueño de la urbanización de Vigo con orden de derribo dice que no son cinco casas sino «una sola con 15 habitaciones»

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Óscar Vázquez

Alega que el edificio del barrio de Sampaio dispone de baños de hasta veinte metros

12 nov 2022 . Actualizado a las 10:09 h.

Solo es una casa, aunque más grande de lo habitual. Según el dueño de la promoción que el Ayuntamiento de Vigo ha ordenado derribar, el constructor Jesús Covelo, no se trataría de cinco viviendas, como alegan los inspectores urbanísticos, sino de un sólo núcleo residencial de 1.500 metros cuadrados de superficie. Dice que la mansión unifamiliar levantada en la calle Figueiro de la parroquia de Sampaio cuenta con 15 habitaciones y baños de hasta 20 metros cuadrados de superficie. Afirma que la hizo sin ningún ánimo de especular con el terreno, sino para hacer una gran vivienda para su familia, dado que tiene hijos y nietos.

Todas las estancias del bloque se encuentran conectadas entre sí, «dándoles a cada uno un sesgo independiente, pero siempre con el volumen que el Concello aprobó, ni un metro más», asegura. La superficie construida supera los 1.500 metros cuadrados. Afirma que primero recibió una licencia y, posteriormente, solicitó una ampliación que también fue autorizada.

La urbanización, según su versión, no es lo que parece. Porque los cinco portales con sus respectivas entradas de garaje podrían indicar que se trata de cinco viviendas independientes, pero «a lo mejor sería lo que tendría que reacondicionar», afirma. En cualquier caso, dice que lo hizo así porque quiso. Asegura que, por el momento, se encuentra en un proceso de presentación de alegaciones, si bien no descarta llegar hasta el juzgado de lo contencioso administrativo para que se reconozca la legalidad de la edificación. 

Alegaciones

No obstante, en el escrito de alegaciones presentado en el Ayuntamiento no defiende que se trate de una casa sola. Cuando el Concello le abrió un expediente de restauración de la legalidad urbanística, decía que la edificación se ajusta a la licencia de reforma y ampliación que le fue otorgada en 2008, salvo en el número de viviendas. Ya daba por hecho de que se trataba de más de una. Se amparaba en una imprecisión semántica de la normativa municipal que le podría dar pie a construir las cinco viviendas donde solo cabía una sola. Alegaba que la ordenanza de aplicación se refiere a edificación familiar y no edificación unifamiliar, «polo que non é certo que se teña que limitar a unha soa vivenda», según consta en el expediente administrativo que se abordó recientemente en una reunión del consello de la Gerencia de Urbanismo. De esta forma, defendía haber construido las cinco viviendas.

Para el Concello, las obras realizadas son cinco viviendas independientes, como se puede observar a simple vista. Además de haberlas levantado sin licencia, el infractor también llevó a cabo la construcción de una piscina en una edificación de 55 metros cuadrados y colocó un portón metálico de entrada con un poste de hormigón sobre un camino que se encuentra registrado en el inventario municipal. El Concello considera que todas estas obras son ilegalizables, por lo que su único destino debe ser el derribo para reponer el terreno. En primer lugar, porque la parcela sobre la que se asienta la edificación no posee la condición de solar porque no dan a un vial público. Además, se ha excedido lo permitido en la Ley de Solo de Galicia, dado que no está permitida la construcción de más de una vivienda por parcela.

La administración local le ha dado un plazo de tres meses para que proceda a la demolición de todo lo ilegalmente construido. En caso de desobedecer esta orden le advierte de la imposición de multas coerctivas en cantidades que oscilan entre los 1.000 y los 10.000 euros.