Mayores condenados a subir cuestas sin aceras y sin autobús

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.Moralejo

La asociación de jubilados de Cabral demanda que la línea 25 de Vitrasa vaya por Penís

06 nov 2022 . Actualizado a las 21:43 h.

Personas de la tercera edad que viven en la calle Penís están cansadas de tener que transitar cada día por una calle con mucha pendiente que no tiene aceras y que registra mucho tráfico. Cada día recorren esta avenida decenas de vecinos para llegar a la avenida de Ramón Nieto para hacer sus recados cotidianos como hacer la compra, ir a la farmacia o al banco. Después vuelven a sus casas, frecuentemente cargados con bolsas o carritos de la compra y les cuesta mucho esfuerzo llegar, además de que se ponen en peligro porque los vehículos les pasan rozando.

Todo sería mucho más fácil si, a determinadas horas, un autobús de la línea de transporte público que recorre la calle Ramón Nieto se desviara en este tramo final y subiera por la calle Penís para ir dejando a los residentes de la zona cerca de sus casas. La asociación de jubilados Castelao se ha puesto de parte de los vecinos más mayores de esta calle y ha realizado una solicitud en el Ayuntamiento, si bien no han obtenido respuesta. El presidente de esta entidad, José Luis Lago, señala que han comprobado que, en el tramo final de la Avenida de Ramón Nieto, los autobuses no cogen a ningún pasajero. Por ese motivo, considera que sería mucho más práctico desviar algún autobús por la subida a Penís para solucionar un problema para muchos vecinos que son mayores y que no se pueden mover con tanta agilidad. «El 25 va todo recto y al final se mete para arriba, para el Caeiro. Estuvimos estudiando y desde que sale a la altura de Penís hasta el final no coge a nadie», afirma. «La única concejala que hizo algo fue Ángeles Marra, que vino, ordenó pintar una señal de prohibido aparcar para que los autobuses pudieran girar. Cuando viene el alcalde a la fiesta de Cabral se lo recordamos», añade.

Traslados de residencia

Se trata de una petición que es generalizada en el barrio. «Dicen que no pueden subir autobuses por aquí, pues lo hace el del Celta para ir a la Madroa», señala Juan Carlos Collazo, que vive en la zona. «Es una pena, hay gente mayor que necesita ese servicio. Hay vecinos que aparcan fuera de sus casas siendo un vial tan estrecho», apunta Carlos Taibo.

Manuel Soliño, un hombre de 84 años, señala que «vivo ahí arriba y tengo que subir andando. A veces me cuesta bastante».

Marco, otro vecino de Cabral, afirma que no vive en la calle Penís, si bien se solidariza con sus vecinos porque «es una curva muy pronunciada y sería un bien para esta gente». Hay vecinos que incluso se han tenido que ir a vivir a otra parte al no estar en condiciones de andar subiendo y bajando todos los días por una carretera peligrosa y con mucho desnivel. «Mi hermana tuvo que vender la casa e irse a un piso en la calle Aragón porque no podía subir la cuesta», señala Fina Cendón. Esta vecina de 75 años se queja de la falta de mantenimiento del barrio. «Está mejor mi aldea, que soy de A Graña, que esto. El alcalde solo se preocupa por el centro, pero aquí no hace nada», protesta esta ciudadana. También Teresa Souto se queja de que, para llevar a las niñas al colegio, tienen que coger varios taxis al día. Los vecinos también reclaman un badén en la cercana rúa da Vía porque muchos conductores, para sortear un semáforo, cruzan una línea continua y aceleran por una calle con mucho tránsito peatonal.