Revocan una sentencia que otorgó 46.000 euros a una mujer que se cayó en unos grandes almacenes

E. V. PITa VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

La Audiencia absuelve ahora al comercio al no ver probado que existiese un charco en la planta baja

13 oct 2022 . Actualizado a las 20:32 h.

La sexta sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, ha revocado una sentencia que condenó por negligencia a unos grandes almacenes y que otorgó 46.388 euros a una clienta como indemnización por las lesiones que sufrió al resbalar y caer en un suelo mojado cuando entraba por la planta baja del establecimiento en febrero del 2017. La accidentada demandó al centro comercial, situado en una céntrica vía de Vigo, porque, según dijo, patinó en un charco de agua o una humedad en el piso, lo que suponía una negligencia y un descuido por parte de la empresa.

El Juzgado de Primera Instancia número 6 de Vigo le dio la razón a la accidentada y obligó a la gran superficie a abonarle una indemnización de 43.388 euros por el daño y por los gastos de rehabilitación. La sentencia es ahora revocada y dejada sin efecto porque no hay pruebas suficientes para culpar a la empresa de que cometiese un fallo o descuido y la sala no ve la existencia de algún factor de riesgo en las instalaciones del centro comercial. Considera que la desafortunada caída fue ajena a las obligaciones de conservación, vigilancia y mantenimiento del centro comercial.

La clienta ha perdido ahora su indemnización porque, aunque ganó el primer juicio, la empresa apeló en la Audiencia y alegó que el accidente fue fortuito. Tras releer la sentencia y revisar las pruebas, la sala le da la razón al establecimiento y lo libra de toda culpa. Concluye que no hay pruebas de que hubiese un charco en dicha planta y, por tanto, no existió culpa por parte del negocio. Para ello, la sala toma en cuenta el testimonio de un vigilante que no vio agua en el piso y de una dependienta de joyería que cree que, si realmente hubiese tales humedades, tendrían que haberlas señalizado. Un atestado de la empresa de seguridad menciona la caída, pero no el agua. Por tanto, la Audiencia no ve negligencia en el establecimiento y le absuelve, revoca la sentencia, retira la indemnización, desestima la demanda y obliga a la accidentada a pagar las costas del juicio.

El 1 de febrero del 2017, la clienta y una amiga entraron en los grandes almacenes y caminaron hasta el fondo para coger las escaleras mecánicas. De repente, según la amiga, la clienta se deslizó «por humedad» y fue a parar mucho más adelante contra un stand. Al ayudar a levantarla, la testigo notó que tenía la mano y parte de la ropa mojada, pero no menciona que hubiese agua en el pavimento ni comentó nada al personal que les auxilió. Luego, la víctima fue evacuada a un hospital de Pontevedra, pero los testigos discrepan respecto a si se marchó en taxi, si la recogió el marido o si la sacaron en silla de ruedas.

Un guardia de seguridad privada, que la Audiencia considera imparcial, revisó la zona del accidente para comprobar si había algún defecto para subsanarlo y evitar nuevas caídas pero, según dijo, «no había nada» y que el pasillo estaba «perfecto». Si hubiese algo, como una baldosa rota, habría acordonado la zona, avisado al servicio de limpieza y desviado a los clientes, lo que no hizo. Una empleada de joyería confirmó que este tipo de percances son señalizados con un triángulo. En la hoja de incidencias tampoco consta una alusión al agua.

La Audiencia no duda que la clienta haya caído pero la lesión «no ha sido causada por existir en el suelo del establecimiento agua o algún otro líquido derramado con el que haya resbalado. No se puede atribuir la desafortunada caída a una omisión».

Patinazos en la vía pública que valen 18.000 euros

La caída de una viandante que se lesionó un pie al pisar una baldosa rota en la calle Urzaiz en el 2016 abrió un largo litigio que obligó al Concello de Vigo a abonar una indemnización de 18.000 euros, luego reducida a 10.000. En el 2022, otra paseante logró una compensación del Concello de 14.000 euros por las lesiones y secuelas que sufrió en una muñeca y una rodilla en el 2019 al tropezar con otra baldosa rota en la Gran Vía, cruce con Honduras.