Rueda lamenta que Abel Caballero no le diga «a la cara» todo lo que le reprocha a la Xunta

VIGO

Alejandro Martínez

Considera que el alcalde de Vigo solo tiene intención de confrontar

03 oct 2022 . Actualizado a las 17:11 h.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha afeado el plantón que da por hecho protagonizará esta tarde el alcalde de Vigo, Abel Caballero, en la primera cita itinerante que el mandatario gallego mantendrá a lo largo de octubre con los regidores de las ciudades gallegas.

El responsable del Ejecutivo autonómico, que aseguró no tener ninguna confirmación de la alcaldía viguesa sobre la asistencia o renuncia al citado encuentro, dijo, siguiendo los avisos del propio Caballero en la prensa de que no acudirá a la reunión, que lamentaba que «quien habla tantas veces de la Xunta, tantas veces se refiere a las actuaciones de la Xunta en Vigo, cuando tiene la oportunidad de hacerlo a la cara del presidente de la Xunta, resulta que esa reunión no va a tener lugar cuando son las mismas condiciones que con los demás alcaldes».

Antes de participar en Vigo en un encuentro de la agrupación europea Galicia-Norte de Portugal, Alfonso Rueda señaló al alcalde olívico que «no se puede decir que se tiende la mano, y cuando hay que hablar, resulta que no», señaló sobre la disposición previa de Caballero al citado encuentro que mañana sí tendrá lugar entre el presidente gallego y la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, del PSOE como el político vigués, que no aceptó celebrar el encuentro en la sede local de la Xunta y aún menos en presencia de su delegada, Marta Fernández-Tapias, a su vez candidata a la alcaldía en las elecciones municipales del año que viene. «No voy a regalar fotos electorales», dijo este fin de semana Abel Caballero para rechazar un encuentro en el que estuviese presente su adversaria. 

El presidente gallego pidió disculpas a la ciudadanía por el espectáculo que genera la política en ocasiones como esta en lugar de aprovechar para alcanzar acuerdos. Según manifestó, la voluntad de Caballero se limita a confrontar, desaprovechando oportunidades «para sentarnos a hablar».