Julia Sevilla: «En la actualidad, el feminismo está siendo perseguido y atacado»

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

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La presidenta de la Red Feminista de Derecho Constitucional participa en Afundación en el foro «Vivir más, vivir mejor»

29 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Julia Sevilla, ahora jubilada, fue profesora de Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia, letrada de Les Corts Valencianes y, entre otras muchas cosas, es presidenta de la Red Feminista de Derecho Constitucional. Hoy participarán en el foro internacional Vivir más, vivir mejor, organizado por Afundación y HelpAge International España. Comenzará a las 9.00 horas en Policarpo Sanz, 24-26.

—¿Es doble la discriminación si se trata de una mujer mayor?

—Sí, son dos discriminaciones que se suman. Me resulta incoherente que seamos tan poco cuidadosos con el sector de población al que todos, salvo fallecimiento, vamos a llegar. A ello se une esa marginación permanente e histórica de las mujeres, algo que yo, por mucho que lo piense, no alcanzo a encontrarle justificación. Ninguna discriminación está justificada porque todo ser humano es igual y así lo recogen las constituciones y las declaraciones de derechos y, sin embargo, aquí estamos.

—¿Se tienen en cuenta esas peculiaridades cuando se legisla?

—Es sintomático que para que más del 50 % de la población tenga derechos sea necesario una ley especial, porque de alguna forma las leyes de igualdad son leyes especiales. La ley fundamental y general, que es la Constitución, y el desarrollo legislativo de los derechos, como en el caso de la ley electoral, dice claramente cómo es el procedimiento para acceder a un puesto de representación de la ciudadanía y no establece ninguna discriminación ni reserva específica para los hombres. Sin embargo, eso se produce. Que tengamos que funcionar con leyes especiales es una vergüenza para el otro 50 % de la población que se está apropiando del todo.

—¿En qué falla la sociedad para que esto ocurra?

—¡Y yo qué sé! Habría que preguntaros a todos los hombres por qué no pensáis que yo soy igual que vosotros y que puedo asumir cualquier cargo. Además, si no fuera por una mujer nadie habría nacido, y sin embargo nos marginan. Me gustaría que alguien me lo explicara. Es como si la democracia fuese una cosa determinada para una serie de cosas, pero no para el funcionamiento general.

—Un gran número de adolescentes niegan la violencia de género. ¿Qué explicación le da?

—De entrada podríamos preguntarnos cuántos hombres no han estado con una prostituta, cuántos piensan que se las puede comprar. Yo creo que es fundamental la educación en igualdad desde niños, pero, claro, si un niño vive en una casa y ve que su padre llega y se sienta para que su mujer haga todo... Ese reparto de roles no se deshace aunque la mujer trabaje. Por eso, desde pequeñitos hay que enseñarles a los niños que no hay colores diferentes, ni trabajos diferentes, etc. Igual que se enseña a escribir, hay que enseñar la igualdad entre hombres y mujeres.

—¿Cómo está ahora el movimiento feminista?

—Recientemente tuvimos unas jornadas en Valencia y allí se vio muy vivo y potente, porque es un movimiento que no deja de pensar y aportar ideas nuevas y soluciones a los retos que plantea la sociedad. Sin embargo, de alguna manera, está siendo menospreciado y atacado por defender unas ideas. En estos momentos, el feminismo está siendo perseguido y los ataques que recibe no son defendidos por la sociedad con la misma rotundidad que se hace en otros ámbitos.

—¿Cómo está afectado al feminismo la conocida como Ley trans?

—El texto nos anula de alguna manera porque anula el concepto de mujer y de hombre, y hace un tratamiento de la transexualidad. Las feministas nunca hemos estado en contra del movimiento gay ni de que tengan sus derechos, pero al incluir toda esa serie de añadidos que no se termina, porque concluye con un «y otros que puedan surgir», se anula y elimina lo que es la mujer como sujeto constitucional. En la Constitución Española se habla de hombres y mujeres, que pueden tener determinadas características sexuales. También creo que con respecto a esta ley hay mucho desconocimiento de la ciudadanía y luego hay cuestiones que no están cerradas. Por ejemplo, si yo soy madre y mi niña o niño quiere cambiar de sexo y yo digo que no, me quita la potestad, pero ¿adónde va ese niño? ¿quién lo recoge? Eso no está recogido en ninguna parte.

—¿Habrá en el futuro una revolución de mayores?

—Sí y que sea bienvenida. Esos movimientos que estamos viendo últimamente tienen que ver con los cuidados y con la permanencia en la vida. El sistema de pensiones está mal gestionado porque lo que yo he tributado en esta vida, y es verdad que no es una pensión privada, se debería gestionar con el suficiente criterio e inteligencia para no gastarlo indebidamente o cuando a un Gobierno se le antoje, porque es para que se mantenga el modelo de transmisión por el cual yo he cotizado. De alguna forma, las personas mayores que en estos momentos están protestando por distintas cuestiones a mi me parece muy bien y el movimiento feminista les acompaña.