La promotora de la central eléctrica de agua marina en Oia ofrece un parque fotovoltaico

Monica López Torres
monica torres OIA / LA VOZ

VIGO

cedida

Los comuneros de Mougás decidirán en asamblea si negocian la instalación

24 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera planta hidroeléctrica reversible de agua marina proyectada en Galicia ubica una balsa de 40 hectáreas en Mougás, pero los comuneros de esta parroquia de Oia aún no han tomado una decisión sobre si aceptarán, negociarán o rechazarán la instalación en su monte. Habrá una asamblea en septiembre para tomar una decisión conjunta, avanza el presidente de la comunidad, Venancio Miniño. El impacto del macroproyecto hace prever un controvertido debate vecinal durante una sesión en la que la directiva expondrá la oferta que le ha hecho llegar Hidroeléctrica Oia.

La promotora ofrece, como contraprestación, un parque solar de 0,7 megavatios de potencia que suministre energía durante todo el año a los 180 comuneros de Mougás. Asumirían también la compra de terrenos en el entorno de la casa cultural por importe de 300.000 euros para donárselos al colectivo vecinal de cara a desarrollar más servicios y mejorar las instalaciones en la zona. La oferta se completa con un canon anual de unos 50.000 euros, correspondientes a la producción de madera de las 40 hectáreas que pretenden más otro 20 %, explicó el presidente de la comunidad, Venancio Miniño.

El representante vecinal insiste en que «a día de hoy no hay ninguna decisión tomada» y que «las directivas no deben posicionarse ni condicionar ningún voto».

«Nuestra función es explicar honestamente los pros y contras de los posibles decisiones y promover que cada comunero vote, en libertad, lo que le dictamine su conciencia», defiende.

Muestra su propia indecisión.

«Como ingeniero forestal, no me gusta ver estructuras ajenas al sector en el monte; como ciudadano, soy partidario de las energías renovables, aunque a poder ser lejos y, como vecino de Mougás, no me gustaría que las pusieran en mi montaña», explica el representante de los comuneros.

Miniño advierte sobre corrientes que señalan a las directivas como corresponsables de estos proyectos. «Es absolutamente falso. Nosotros no llamamos a empresas para montar eólicos o presas sino que son ellos los que nos dicen que quieren hacer algo y que es mejor negociar porque tienen detrás al Estado y, si se declara proyecto de utilidad pública como en otros muchos lugares, expropian y se quedan el terreno para siempre», señala.

El portavoz confía en que haya una alta participación en la asamblea para que se consiga una mayoría reforzada representativa, cuyo veredicto será el que se acate. «Las directivas estamos en un fuego de cruce entre las empresas y la legislación, que es favorable a las energías renovables y los vecinos que están en contra, pero nosotros no somos culpables de que nuestro monte sea atractivo por su intensidad de vientos y la proximidad al mar, ni de la legislación», manifiesta. Insiste en que respetará cualquier decisión de la asamblea, pero considera que ha de valorarse también la posibilidad de la empresa promotora solicite la declaración de utilidad pública del proyecto en caso de que los comuneros se opongan a la construcción.

«Es importante conocer todas las posibilidades para tomar la mejor decisión y, por lo tanto, tener en cuenta que si se niega la instalación, la empresa puede pedir la declaración de utilidad pública a la administración. Si la consiguen, expropiarían los terrenos, se los quedarían con un único pago por el terreno e irrisorio», advierte. La prioridad, reitera Venancio Miniño, es que «cada comunero tome una decisión meditada y sin presiones y que se respete a la asamblea, que es soberana».