El viento impulsa un incendio en Arbo que calcinó 300 hectáreas en 20 horas

SANTIAGO PEREIRA / J.R. VIGO / LA VOZ

VIGO

Empezó en la parroquia de Mourentán, a las 03.17 horas: las fuertes rachas de viento avivan las llamas y complican el operativo de extinción por los laterales. La cabeza del frente sí está controlada desde las 17.00 horas

31 jul 2022 . Actualizado a las 09:24 h.

Fuerte viento, suelo y vegetación seca por falta de lluvia y calor prolongado durante semanas; los elementos necesarios para declarar una catástrofe forestal en pocas horas. Ayer ocurrió en Arbo, en la parroquia de Mourentán. Empezó la pasada madrugada a las 3.17 horas, en un solo foco, y al cierre de esta edición, a medianoche, ya calcinara 300 hectáreas de monte y los trabajos se concentraban en controlar un flanco descontrolado y, sobre todo, en refrescar para evitar que el viento avive rebrotes. Las llamas amenazaron principalmente viviendas de A Rocha, As Searas, Valeixe, Abelenda, Luneda o Barcia. «O lume vén dende o concello de Cañiza, está chegando Arbo e o máis seguro é que chegue As Neves», explica Concha Pardo, 39 años, sobre el terreno. «Todo pode cambiar aquí. Nós viámolo de lonxe, o que pasa é que hai moito vento e foi prendendo», añade Xoán Pereira, de 48 años, viendo el fuego rondar peligrosamente sus viviendas.

A las 11.00 horas se informó de 11 hectáreas ardidas. Desde las 15.00 horas ya no había riesgo para las viviendas, pero la Consellería do Medio Rural mantuvo la declaración como medida preventiva a situación 2 por el fuerte viento. A las 17.00 horas se calcinaran más de 150 hectáreas. Por la mañana, temprano, se llegó a controlar, pero la reaparición del viento volvió a descontrolarlo. Ya por la tarde, en los montes de Arbo, la lucha se concentraba en los flancos del incendio, tras dar por amansada a la cabeza del frente. Pero las llamas se propagaron a la velocidad del viento aprovechando unas condiciones cambiantes y temperaturas muy elevadas, por encima de los 35 grados durante buena parte del día.

La cifra de 150 hectáreas se actualizó a 230 pasadas las siete de la tarde, con un operativo de extinción que movilizó a dos agentes, doce brigadas, diez motobombas, una pala, dos aviones y tres helicópteros y se solicitó la colaboración de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

En los retenes, los vecinos también se emplearon a fondo y colaboraron con todos los medios a su alcance. «Temos un tractor de rega, baleiramos a piscina, nas fontes do pobo está todo o mundo con garrafas, trouxéronse bombas, incluso», dice Begoña Leal.

Arbo ardió en el año 2011 y en el 2016 recibió otra puñalada con una cicatriz en forma de 1.500 hectáreas de monte productivo arrasadas. Arbo fue escenario ayer del primer gran incendio en la provincia de Pontevedra en este verano. Antes ardieron diferentes comarcas de las provincias de Ourense y Lugo, el fuego asomó por el norte de Portugal en la primera quincena de julio, pero hasta ahora la provincia no había registrado un frente con tanta superficie afectada. Hubo otros conatos este año en el área de Vigo, desde primavera, pero ninguno como el iniciado ayer en Arbo y sin controlar por un flanco al cierre de esta edición. El alcalde de Arbo, Horacio Gil, recordó que las condiciones meteorológicas son muy adversas, con mucho viento y altas temperaturas. Añadió que a lo largo de la tarde [de ayer] iban apareciendo focos en distintos puntos, seguramente por el efecto del viento. Gil añadió que en el momento de la activación de la Situación 2 todavía no había sido necesario evacuar a los vecinos de As Searas, donde el fuego se encontraba más próximo a las casas.

De madrugada

En el incendio trabajan de forma coordinada medios autonómicos y estatales para avanzar desde la estabilización al control y, posteriormente, a la extinción. La Consellería de Medio Rural dispone del número de teléfono gratuito 085 para llamar en caso de detectar un fuego forestal. Además, existe un teléfono anónimo y gratuito, el 900 815 085, para denunciar cualquier actividad delictiva incendiaria de la que se tenga sospecha o conocimiento. Explicaban ayer que la previsión era trabajar toda la madrugada, hasta hoy por la mañana. Preocupaba principalmente el flanco que no lograron estabilizar durante todo el día y que el viento no arrastre vegetación quemándose para evitar rebrotes o focos nuevos.