El nuevo Palacio de la Oliva ficha al Michelin Pepe Solla para revolucionar el centro de Vigo

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

Interatlantic prevé inaugurar el centro cultural durante la feria Conxemar. La dirección estima contratar a doscientos trabajadores

28 jul 2022 . Actualizado a las 04:46 h.

La fascinación que le impregnó al conocer las posibilidades arquitectónicas del histórico pazo del Marqués de Valladares hizo que la estrella Michelin Pepe Solla pronunciase un «sí» rotundo ante la propuesta de participar en su resurgir. Y eso que venía con un «no» entre los labios. La pesquera Interatlantic es la propietaria del edificio a través de Getting Back Stones, que lo adquirió en el 2014. Su director, Luis Cabaleiro, asimiló en seguida que el chef de Poio era el perfil indicado para pilotar el proyecto de rehabilitación en el plano de la restauración. Seis años después, y tras haber desarmado nudos administrativos y constructivos, ultiman la inauguración del que se dará a conocer como el Palacio de la Oliva, en el Casco Vello de Vigo. «Es una actuación de muchísima complejidad. Han sido seis años de obras en los que han prevalecido el respeto a la arquitectura y al pasado», explica Cabaleiro.

Ambos impulsores de la iniciativa defienden, más allá de intereses empresariales, que su intención es velar por la conservación de un bien que fue perdiéndose con el paso de los siglos —la primera documentación data del siglo XII— y dinamizar el entorno de la cuna de Vigo. «Ya no solo en esta ciudad, en Galicia no hay nada parecido», apunta Pepe Solla. Su puesta a punto es un revulsivo para centro de Vigo. Han creado un espacio multidisciplinar, en cinco plantas, que mide 4.700 metros cuadrados construidos y con aforo para 980 personas. También han habilitado un aparcamiento privado para usuarios.

Visto desde la calle Laxe, en primer término se encuentra un amplio jardín, que dotará a su zona de entornos verdes, que hasta ahora escasean. Justo detrás emerge una gran cristalera, que alberga cuatro plantas y brinda gran luminosidad al interior. A mano derecha, se ha rehabilitado otra torre, anexa al edificio. La arquitectura está desarrollada a base de materiales nobles, como la madera que cubre el exterior del palacio, los vidrios que lo caracterizan o los aceros empleados en las juntas y en interiores. En la bajada desde Joaquín Yáñez destaca la fachada exterior, totalmente renovada, y pintada de blanco.

El Palacio de la Oliva es un espacio abierto, en todos los sentidos. La apuesta en su diseño por los cristales como revestimiento permiten apreciar las actividades que se desarrollan en su interior. Y es un centro polivalente disponible para Vigo y la promoción de la cultura, del arte, de eventos de todo tipo y de su tejido empresarial. «Para mí es el kilómetro cero de la ciudad», confiesa Cabaleiro. Lo explica consciente de las posibilidades de asombro. «Los caballeros Templarios trajeron hasta aquí un primer olivo de Tierra Santa». Era el siglo XII. Así floreció el nombre de la calle y así se consolidó la estampa del olivo como estampa de Vigo.

Un plato fuerte lo juega la restauración, que se consolida mediante dos espacios permanentes y con sello de Pepe Solla. Uno de ellos es un restaurante con capacidad para cincuenta comensales. «Será un espacio con cuatro o cinco cosas en carta y después dedicado al producto, al pescado y a la carne, a las capturas del día», explica el chef, que destaca el crecimiento exponencial que, a su juicio, está viviendo Vigo en gusto gastronómico. El segundo es una coctelería con una carta versátil, para picar o para volver a casa con la cena resuelta. Además, para los domingos barajan la opción de organizar un brunch «algo más desenfadado en lo que participar hasta las ocho o nueve de noche».

Para hacer frente a la carga de trabajo que supondrá el día a día de este centro multidisciplinar, el equipo que se encuentra al frente de este espacio ha incrementado sus perspectivas iniciales de plantilla: estiman que necesitarán a doscientos trabajadores, fomentando la promoción del empleo en Vigo.

Estas son las perspectivas iniciales para el resurgir de un bastión que con el paso del tiempo ha cambiado tanto su estructura y apariencia que apenas se conoce lo que queda de la obra original. Eso sí, el director de Interatlantic insiste en el respeto a la tradición del edificio que han perseguido durante todo el proceso de rehabilitación. Ambos socios, ambos entusiasmados, apuestan por dejarse sorprender por el desarrollo del proyecto una vez hayan abierto sus puertas e ir adaptando los espacios en función de la actualidad viguesa y de las impresiones y el interés del público.

Conxemar

La apertura está prevista en un plazo de dos meses, pero trabajan a contrarreloj para que la inauguración coincida con la celebración de Conxemar, una de las ferias de productos del mar más importantes del mundo. «Depende de varias licencias que estamos pendientes de recibir, pero creo que podría estar listo», señala Cabaleiro, que también avanza que ya ha recibido propuestas para la organización de eventos.

Las obras se desarrollaron en dos fases. La primera fue el proyecto de desconstrucción que se inició en 2016, y luego dio comienzo la restauración arquitectónica en 2019, hasta la fecha.