La Vigo Cup recupera la esencia

M. V. F. VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

El torneo de fútbol base regresa con 200 equipos y ya sin protocolo anticovid

25 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La Vigo Cup vuelve este lunes tal y como se conocía al gran torneo de fútbol base vigués del verano. Después de que la pandemia condicionara todo el año pasado y complicara el desarrollo de la cita —que, con todo, resultó satisfactorio—, esta regresa a la total normalidad anterior a la pandemia e incluso queriendo mantener lo positivo que implicó la edición del año pasado: menos sanciones disciplinarias que nunca tanto a jugadores como a entrenadores y delegados.

Uno de los organizadores de la competición, Milucho Alonso, relaciona esa disminución en los castigos con que en el 2021 la Vigo Cup se celebró a puerta cerrada. «Esperemos que con la normalidad siga el buen comportamiento», dice. Y aprovecha para hacer un llamamiento a los padres: «Que no estén encima de los niños, que les dejen jugar y ser felices con el balón, no metiéndoles la intensidad de querer ganar siempre». Deja claro que la filosofía de este evento pasa por «educación, diversión y también competitividad, pero con la educación por encima».

Ahora, el público vuelve a los campos, que serán Samil, Navia, Comesaña, Meixoeiro, Bouzas, A Bouza, Monte da Mina, Sárdoma, Federativo, Fragoselo y San Miguel. Y más allá de intentar que no haya muchas aglomeraciones al ser instalaciones amplias, ya no hay ninguna norma concreta que tengan que cumplir en relación al covid-19. «Seguimos con el protocolo de la Federación durante esta temporada», confirma Milucho Alonso.

Para los responsables supone un alivio porque, aunque todo salió bien, la tensión estaba muy presente en la edición pasada. «Fue difícil sacarla adelante. Todo el mundo estaba pensando que iba a haber algún problema en algún campo, en algún partido, que algún equipo se iba a tener que retirar... Al final no hubo nada, todo sobre ruedas. Pero se vivió mucho nerviosismo», confiesa. En ese sentido, no se relajan de cara a esta edición. «Esperamos tener la misma suerte. Porque aunque parece que el covid se ha ido de nuestras vidas, aún hay gente que lo pasa mal por su culpa», recuerda.

Se darán cita alrededor de 200 equipos y vuelven los de fuera después de que en la pasada edición se tuvieran que limitar a los de Galicia, y en su mayoría de Vigo y su área, por todo lo que implicaba aún la crisis sanitaria. «En eso también volvemos a la normalidad. Queremos ser una competición para que los niños de Vigo sean felices y que los de fuera estén también cómodos, disfruten del torneo y de la ciudad y con el tiempo, quieran volver», expone. De hecho, habla de una «semilla» de potenciales turistas futuros: «Esas experiencias de niño quedan grabadas muchas veces y con el tiempo, quieres volver».

Señala que se cuidan de que los equipos de fuera tengan los horarios adecuados para que les quede tiempo de visitar la ciudad y hacer otras cosas. Incluso hay una serie de actividades paralelas y visitas gratuitas o subvencionadas. Entre los equipos foráneos, destaca dos entre los que vienen de más lejos: «Para los de Dubái es un viaje largo y conocer un nuevo mundo, cultura e ideas gracias al trabajo que hacen en las escuelas Pablo Coira y Míchel Salgado. Y también tenemos de Canarias».

Alonso hace una mención especial de agradecimiento al Narón, que estuvo hace un año a pesar de que el contexto no invitara. «Cuando nadie venía, ellos lo hicieron, con un esfuerzo terrible. Y no solo eso, me quedé asombrado de su organización para controlar a los niños y que no estuvieran en contacto con grupos grandes», indica. Y espera que este año, con más libertad en ese sentido, el disfrute también sea mayor.

Frente a los alrededor de 180 conjuntos del curso pasado, esta vez vuelven a superar los 200. No es la cifra récord, que corresponde al curso 2018/2019, el anterior a la pandemia. «Poco a poco, después de esta normalización, seguro que en próximos años llegaremos a igualar y a superar aquellas cifras», finaliza.