Tania completa su primer año en Asobal dejando huella al formar parte de la primera pareja femenina
13 jun 2022 . Actualizado a las 10:01 h.Primer año en Liga Asobal, ser parte de la primera pareja femenina que arbitra en la máxima categoría del balonmano español y dar tu nombre al pabellón del centro en el que estudiaste toda la vida. Tania Rodríguez Estévez (Budiño, 1991) no le puede pedir más al curso 21/22, seguramente el año de su vida.
Todos los movimientos deportivos de esta porriñesa tienen su raíz en el núcleo familiar. De pequeña comenzó a jugar al balonmano porque su hermano también se aplicaba en la cancha. «Picoume un pouco a curiosidade, metinme a xogar e quedei», relata. Como extremo derecho fue creciendo en la base del Balonmán Porriño, con el que llegó a conquistar el Campeonato de España juvenil, participando años después en la fase de ascenso del primer equipo a División de Honor, categoría en la que llegó a debutar.
Al arbitraje llegó del mismo modo hace una década. «Meu irmán pitaba, un día fun, probei e ata hoxe». En ese decenio, Tania ha ido creciendo poco a poco desde las categorías más bajas hasta pisar la Liga Asobal. Fue en diciembre pasado, cuando en compañía de Lorena García, se convirtieron en la primera pareja femenina que pitaba en la máxima categoría masculina en un Barça-Huesca celebrado en el Palau. «Antes ca nós pitaron dúas mulleres en Asobal e na actualidade hai outra, pero nós somos a única parella feminina», precisa.
Y la experiencia en la categoría masculina no ha podido ser mejor. «A verdade é que rematamos a tempada bastante contentas. A Asobal é unha categoría moi difícil de pitar. A primeira tempada é de adaptación e de coller ritmo, pero a verdade é que saímos moi contentas porque os partidos que pitamos saíron ben», comenta Tania después de visualizar la decena de encuentros que dirigieron a lo largo del curso, un número muy parecido al que dirigieron en la División de Honor Femenina, su otro frente.
¿Cuáles son las diferencias entre pitar a hombres o a mujeres? «As regras e o balonmán son os mesmos, pero queiras ou non, a forza e a constitución dunha muller non é a mesma que dun home e entón cambia un pouco. A nivel de forza e nivel de rapidez baixa un pouco nas mulleres, pero nada», explica del mismo modo que asegura que no han tenido ningún problema en el mundo de los chicos. «A relación é boa, os equipos vanse adaptando e xa non lles estraña ver árbitras. Non nos podemos queixar».
A favor de Tania y de Lorena juega que ambas fueron jugadoras antes de coger el silbato y eso les ayuda a entender el juego. «Sérveche para ver o xogo, as xogadas e como poden pensar os xogadores e anticiparte moitas veces a esas situacións. Creo que axuda bastante».
Además, y con independencia del sexo, destaca el nivel del arbitraje del balonmano español. «Falando con compañeiros e sobre todo con xente de fóra, creo que España pode ter das mellores arbitraxes que se poden topar agora mesmo».
Asentadas en la élite y con ganas de más, Tania y su pareja en la cancha ya han dado los primeros pasos para alcanzar la escarapela internacional. «Estamos traballando niso, en abril estivemos en Noruega (en un curso) e esa é a seguinte meta, o camiño está iniciado».
Eso no quiere decir que el pitar en un deporte considerado minoritario sea una salida laboral. La de Budiño trabaja en Valencia y dedica todo su tiempo libre a su pasión. «Ser profesional é imposible, pero teño sorte de poder compatibilizar traballo e arbitraxe» a costa de hipotecar todos sus fines de semana, vacaciones y festivos. «A arbitraxe é un compromiso», dice sin pestañear. Un compromiso que requiere de un prepartido, preparando la cita, la contienda en sí y el análisis posterior. «Aparte de adestrar, tes que traballar o partido, logo tes a fin de semana enteira para viaxar a pitar e logo hai que traballar sobre os vídeos».
Una vida muy intensa que recomienda con la esperanza de que más parejas femeninas les acompañen en la máxima categoría masculina. «Estase traballando bastante dende o comité sobre as parellas femininas e eu creo que cada vez haberá máis. A día de hoxe xa hai máis parellas femininas que cando eu empecei. Seguro que chegaremos a ser máis».
Ser una pionera seguro que fue uno de los motivos que impulsaron a su colegio de toda la vida, el IES Ribeira do Louro, a darle el nombre de Tania a su pabellón. «Foi o colexio no que estiven case toda a miña vida dende Primeiro da ESO, ata cursei alí o ciclo. Estiven toda a miña vida alí e de repente chámante e dinche que o pavillón no que tantas clases de ximnasia fixeches van poñerlle o teu nome... Xunto de asombrarme, foi unha sorpresa moi grata», comenta de aquel momento. Un ejemplo a todos los niveles.