El Cunqueiro demuestra la eficacia de una técnica para operar el cáncer gástrico

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

Ignacio Maruri, en el centro, es el autor principal del estudio; en la imagen, con miembros de la unidad de cirugía esofagogástrica y de la obesidad
Ignacio Maruri, en el centro, es el autor principal del estudio; en la imagen, con miembros de la unidad de cirugía esofagogástrica y de la obesidad

El uso de un colorante permite identificar los ganglios a los que llega el tumor

13 jun 2022 . Actualizado a las 23:54 h.

El Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo ha empezado a utilizar una técnica para operar el cáncer de estómago que permite identificar con más precisión los ganglios linfáticos, la vía que encuentra el tumor para hacer metástasis y expandirse. Esa técnica se llama ICG (verde idocianina, por sus siglas en inglés) y consiste en el uso de un colorante fluorescente que señala los ganglios, para que los cirujanos puedan extirparlos al operar el tumor. «Se ingresa al paciente el día antes de la intervención y los endoscopistas le inyectan el verde, que se difunde por los vasos linfáticos», explica el cirujano Ignacio Maruri, de la unidad esofagogástrica y de la obesidad, del servicio de cirugía general del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi).

Cuando ellos operan, los ganglios aparecen resaltados. Al verlos, los extirpan. Los cirujanos ya tienen claro dónde suelen estar estos ganglios, porque conocen la anatomía abdominal, pero puede haber algunos en lugares atípicas.

Maruri es el autor principal de un trabajo recién en la revista norteamericana Surgical Endoscopy que demuestra los beneficios de esta técnica. Según explica, se empezó a utilizar en Japón y en el mundo oriental hay artículos publicados en revistas científicas. Su equipo estuvo buscando artículos similares en hospitales occidentales y encontró pocos, pero ninguno en el que se hiciese un estudio comparativo entre dos grupos, uno con la técnica y otro sin ella, que es lo que permite demostrar que es mejor que su alternativa.

El artículo, en el que participan otros cirujanos, especialistas en digestivo, en medicina preventiva y en anatomía patológica, estudia un grupo de 34 pacientes, 17 en los que se aplicó el verde y 17 en los que no. En el grupo donde sí se utilizó, los cirujanos extrajeron más ganglios que en el otro. «La linfadenectomía [la extirpación de los ganglios] ya se hacía muy bien, pero esto es una ayuda, y queremos profundizar en esta técnica», explica el cirujano Maruri, que ya hace dos décadas se formó también en Japón para las intervenciones del cáncer gástrico.

¿Cribado del cáncer gástrico?

En el mundo oriental la incidencia del cáncer de estómago es más alta. En Galicia hay proporcionalmente más casos que en el resto de España. La gran diferencia es que en los países asiáticos los pacientes son jóvenes y suelen diagnosticarse en estadios iniciales, mientras que aquí son mayores y en estadios avanzados. «Sería muy importante que en Galicia se estableciese un sistema de cribado para el diagnóstico precoz, como hay para el cáncer de mama o colon», pide Ignacio Maruri, que subraya que en algunos países orientales ya existe y por eso se diagnostica antes a los pacientes. Cree que a las personas de más de 50 años con molestias estomacales habría que estudiarlas.

La técnica ICG lleva ofreciéndose desde el 2019 y se ha convertido en un estándar. El cirujano cree que a medio plazo permitirá rediseñar las intervenciones para que sean cada vez menos agresivas, cada vez más precisas. En la unidad esofagogástrica del Cunqueiro hacen unas 300 intervenciones cada año, de las que 40 son tumores de estómago.