Las jugadoras, cuenta Ferreiro, están pletóricas con el ascenso que se les había escapado por un solo punto. «Fue una temporada dura en la que cada partido exigía el máximo y estuvieron peleando siempre, remando mucho», especifica. Lo considera «un premio» después de la «faena» que les había supuesto verse fuera tras estar buena parte de la temporada en puesto de ascenso. Él, por su parte, se ha acortado mucho de las jugadoras del Atlántida de Matamá que años atrás, y también con él, no pudieron disfrutar por motivos económicos de un ascenso que se habían ganado.
Ferreiro seguirá al frente
La continuidad de David Ferreiro al frente del banquillo vigués por tercera temporada consecutiva ya fue acordada con el club antes de saber si ascendían. Era una decisión independiente de la categoría, subrayan ambas partes. «Es muy loable y de agradecer tanto a David como a su cuerpo técnico que desde que acabó la temporada se comprometieron desde el primer momento, ya fuera en Primera Nacional o ascendiendo», comenta la presidenta. Ferreiro explica que la liga donde fueran a competir no era un factor determinante. «Le dije a Begoña que me daba igual dónde estuviera el equipo. Es cierto que cambian cosas de la planificación, pero tenía claro que el año que viene quería estar en el Sárdoma», sostiene.