El talud de la finca de San Roque amenaza con desprendimientos

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

El Concello vigués reforzará toda la franja entre el pazo y la avenida de Madrid

28 may 2022 . Actualizado a las 02:11 h.

El talud que separa el Pazo de San Roque de la avenida de Madrid corre el riesgo de sufrir desprendimientos. Tanto es así que el Concello ha colocado vallas para impedir que los vehículos aparquen debajo del barranco y evitar daños materiales. No obstante, cientos de viandantes atraviesan a diario la zona porque la acera no está cortada. También registra mucho tráfico la carretera que discurre paralela a la Avenida de Madrid. Este desnivel supone un peligro para los usuarios, como reconocen los técnicos municipales. Está formado por piedras de gran tamaño y tierra en la que crece la maleza de forma incontrolada. Forma parte del jardín del pazo, pero, dado su estado de abandono, la administración local ha tomado la iniciativa de llevar a cabo unas obras de consolidación para que no haya que lamentar ninguna desgracia en el futuro. Lo hará de forma subsidiaria, es decir, posteriormente le pasará la factura a Abanca, como propietaria del pazo y responsable de su mantenimiento. El Concello ya ordenó a los propietarios que reforzaran la seguridad en esta zona hace dos años. Ante la inacción de los propietarios, el Concello se ve obligado a tomar medidas a costa de los interesados.

La Gerencia de Urbanismo aprobó recientemente el proyecto de consolidación del talud redactado por el arquitecto Pedro de la Puente Crespo. Al mismo tiempo, ha incoado el procedimiento de contratación para seleccionar a la empresa que lleve a cabo este trabajo.

El presupuesto base de licitación asciende a 109.403 euros y el plazo de ejecución será de dos meses. Los trabajos consistirán en la colocación de una malla protectora para que los materiales que se desprendan se deslicen por el interior y se acumulen al pie del talud. En las zonas del suelo, donde el talud se encuentra cubierto por la vegetación quedará fijado con anclajes unidos con un cable de acero.

Por otra parte, en una pequeña zona rocosa existente en el lateral izquierdo, cerca de unas escaleras, se mejorará la unión de la malla al talud con la instalación de piquetas.

De esta forma se logrará reducir la necesidad de mantenimiento posterior, según estima el autor del proyecto. Por último, en la zona rocosa en la que existe el mayor riesgo de desprendimientos y peligro para los usuarios de la acera y del vial, se colocará otra malla reforzada con la colocación de tornillos de gran tamaño. El objetivo del proyecto es alcanzar un nivel de seguridad aceptable para los usuarios que tienen que pasar, tanto a pie como en coche, al pie del talud. Además se persigue minimizar los trabajos de conservación posterior, así como una actuación de bajo impacto visual. «Propor unha solución e unha execución sinxelas para que as incidencias e afeccións ós usuarios do vial sexan mínimas», concluye el informe municipal.

El edificio es propiedad de Abanca, aunque la finca de la antigua mansión es un parque municipal que se encuentra abierto al público. El pazo se construyó en 1688 y en el habitó en sus comienzos la familia Méndez de Sotomayor. Uno de los últimos inquilinos fue Francisco Javier Quiroga, comandante de Marina de Vigo. La casa fue comprada en 1925 por la antigua Caja de Ahorros Municipal de Vigo.