Grupos internacionales muestran avances tecnológicos en la feria de Vigo
04 jun 2022 . Actualizado a las 16:48 h.Tras más de tres decenios de avisos, la industria naval por fin transforma sus dinámicas para asumir el gran reto de la energía verde. No solo en la construcción de barcos y no solo en Europa. Así lo demuestra el sector en la octava edición de la gran feria internacional del naval, Navalia, que se celebra desde el pasado martes en el Instituto Ferial de Vigo. En España, «el PERTE será una herramienta fundamental para asumir la transición energética», afirma Marcos Freire, director general del astillero vigués Freire Shipyard.
La lista de expositores de Navalia que anuncian maquinaria desarrollada con criterios de sostenibilidad es extensa. La empresa danesa Silentor comercializa soluciones de silenciadores de escape, principalmente para motores diésel y de gas. Entre las contraprestaciones de este sistema se encuentra el ahorro de combustible y el aprovechamiento de la potencia del motor. El astillero Armón está entre sus clientes. «Introducimos el sistema en un ferri de Balearia que navega en el archipiélago canario», explica Steen Mortensen, directivo del grupo. Otro ejemplo lo ofrece la vasca Ingeteam, que expone una especie de contenedor dotado de sistemas eléctricos que permite cargar el buque mientras se encuentra amarrado, de manera que los priva de usar sus motores y generadores diésel mientras se encuentran en entornos portuarios. Además, los dota de carga para realizar su recorrido inicial por aguas interiores restringiendo sus emisiones contaminantes y ahorrando en fuel. Pueden emplearse en barcos desde 70 a 200 metros de eslora.
La alemana Vulkan, que en España tiene oficina en Madrid, introduce en Navalia la arquitectura híbrida a través del diseño de motores eléctricos y baterías para barcos híbridos. Señalan que en Galicia, coincidiendo con el evento, están negociando la firma de contratos.
Navantia ha desembarcado en el Ifevi con una apuesta por su división Seanergies, una especialización de su actividad hacia energías verdes, eólica marina e hidrógeno. El astillero aspira a convertirse en suministrador global de estructuras para este nuevo nicho de mercado desde sus centros de Fene y Puerto Real.
Aeromarine ofrece giroscópicas de fibra óptica que no requieren mantenimiento. Su precio se sitúa en 35.000 euros y las instalan en todo tipo de buques, desde atuneros a embarcaciones de las armadas. También exponen pantallas de mando portátiles para que la tripulación pueda seguir los movimientos del barco «incluso desde el camarote», apunta Esteban Campos, director comercial.
Navalia alcanzó en su segunda jornada los 14.000 visitantes. Delegaciones de Miami y varios países africanos visitaron el salón.