El Polycommander todavía permaneció encallado en las islas Cíes hasta finales de julio. Tras un arreglo judicial, el barco fue remolcado a Grecia. El día 29 de mayo, todos los periódicos hacían hincapié en las altas temperaturas y en el estado de las playas, «de aguas transparentes y su fina arena blanca de siempre».