Pese a ello, el hombre no había sido incapacitado y residía con su mujer, que era su guardadora de hecho y que, según los informes del Sergas, realizaba de manera correcta todos sus cuidados.
El 6 de octubre del 2019, su hija, que vivía con el matrimonio, y su novio, de común acuerdo según el relato del fiscal y «con compartido ánimo de menoscabar la libertad del hombre y sin recabar su consentimiento y, por tanto, contra su voluntad y contra la voluntad expresa y la oposición de la esposa, cogieron en brazos al padre y se lo llevaron a Portugal, donde los retuvieron hasta que falleció el 27 de octubre».