Los pantalanes del Liceo Marítimo de Bouzas, Marina Davila Sport o Punta Lagoa, en Vigo, tienen completas también las plazas para los meses de verano. «La gente ha buscado refugio en el mar. No hay ya barcos para vender ni amarres para julio y agosto», señala Itziar Allica, de Marina Davila. Desde el Liceo Marítimo confirman el lleno. «La gente que aún lo estaba dudando se ha lanzado a comprar el barco tras la pandemia y, además, también hay un gran repunte de solicitudes para sacarse el título de patrón», señalan desde el Liceo Marítimo de Bouzas.
En el Club Náutico San Adrián de Cobres, al igual que en el de Cangas, hay huecos, pero son para barcos de más de 12 metros de eslora. «Notamos ya el bum desde el año pasado y la tendencia continúa porque la gente necesita salir», indica José Luis Videira, presidente de ese club de Vilaboa.