La forense prestó atención a las palabras que usó el interrogado para contestar, el modo en el que las pronunció, la estructura de las frases, si metió palabras de otros idiomas por el medio, y otros rasgos como repeticiones, evasivas, la despersonalización (se procedió a...) o el uso de negativas rotundas y tajantes (jamás, nunca, nadie).
El caso Déborah prescribió el 30 de abril pero sigue activa por orden judicial la investigación al exnovio y único investigado.