Ejército, bomberos, buzos y cinco muertos en el Miño... pero solo es un simulacro

VIGO

M.Moralejo

Máxima expectación en Tui, donde un ejercicio de rescate de la Comandancia Naval moviliza a decenas de efectivos de todos los cuerpos de seguridad de España y Portugal

11 may 2022 . Actualizado a las 20:40 h.

Los ruidos de las sirenas han despertado esta mañana a tudenses y valencianos, sorprendidos por el tremendo despliegue de medios y efectivos que, por tierra, mar y aire, rastrean el tramo internacional del Miño. Es solo un simulacro organizado por la Comandancia Naval del Miño con la que poner a prueba la coordinación y efectividad de los medios humanos y materiales que se activan ante cualquier siniestro en aguas internacionales pero, el ejercicio de rescate, promueve un aprendizaje, tanto para los profesionales que participan como para los que siguen las maniobras desde tierra firme.

M.Moralejo

«Es un escenario que se puede dar, especialmente ahora que empieza la temporada fuerte de deportes náuticos, por lo que hay que extremar las precauciones al máximo», destaca el comandante naval del Miño, Pablo Redondo. Una embarcación que subía el Miño con un evidente exceso de velocidad ha chocado contra un tronco en el agua y se ha ido abajo. Ninguno de los seis ocupantes llevaba puesto el chaleco salvavidas porque el impacto los ha dejado inconscientes. Dos han quedado atrapados en la nave que se ha hundido y los buzos de Ferrol y Portugal tendrán que rescatar sus cuerpos. A los otros cuatro los buscan río abajo ya que han sido arrastrados por la corriente. La tensión se palpa en el ambiente, tanto dentro como fuera del agua ya que, aunque todos saben que solo se trata de un ejercicio, los profesionales han de superar la prueba y los espectadores están metidísimos en el guion.

Solo uno de los ocupantes de la embarcación sobrevive gracias a la intervención del Pesca 1, pero ninguno de sus compañeros supera el accidente, debido al exceso de velocidad y a no llevar chalecos. Además, Confederación Hidrográfica participa en el dispositivo de contención desplegado para intentar controlar el vertido de combustible del barco.

«La prioridad ante un caso real es llevar siempre el chaleco y, si los ocupantes ven que el barco se hunde, han de saltar. Ya en el agua, lo mejor es mantener la calma y dejarse llevar por la corriente», indica el comandante Pablo Redondo. Insiste, en puertas de la campaña de verano y tras haber perdido ya dos vidas en el Miño este año, en que «el río no es nuestro amigo».

«El río es un ambiente peligroso y es imprescindible tenerlo siempre presente. Está prohibido bañarse fuera de las zonas acotadas para el baño y es imprescindible, en las embarcaciones, no superar nunca la capacidad del buque y llevar siempre los chalecos homologados», insiste Pablo Redondo.