El disco duro del ordenador de Déborah Fernández fue manipulado bajo custodia policial en Vigo, según expertos informáticos

E. V. Pita VIGO / LA VOZ

VIGO

M.Moralejo

La familia pedirá que se abra una pieza separada para investigar esa alteración de pruebas a partir del 2006

05 may 2022 . Actualizado a las 18:42 h.

 Forenses informáticos del equipo Lazarus Tecnologic han desvelado a la jueza de instrucción número 2 de Tui que el disco duro del ordenador de Déborah Fernández fue manipulado por un profesional cuando estuvo bajo custodia policial, entre el 2006 y el 2019. La prueba es que las fechas están alteradas después, y no antes, de quedar bajo la vigilancia de los policías.

El caso de la desaparición y muerte de la joven viguesa Déborah Fernández en el 2002 prescribió el pasado 30 de abril, pero el juzgado sigue tomando declaraciones respecto a las pruebas e informes que afectan a la investigación abierta contra el exnovio. Por tal motivo, unos forenses privados explicaron a la jueza el informe que realizaron por encargo de la familia de Déborah para rastrear el contenido del disco duro del ordenador personal de la joven, que guardaba en su habitación en casa de sus padres en Alcabre. Ella operaba con otro ordenador en el aula de Vigo donde estudiaba diseño gráfico; esa máquina también fue examinada por policías bajo la mirada de un profesor, que testificó por videoconferencia hace meses.

La familia esperaba hallar pistas de los correos electrónicos y mensajes que cruzó la joven antes de su desaparición para ver si delataban al implicado. Era la víspera de su 22 cumpleaños y sus allegados sospecharon que tenía una cita porque esa mañana fue a un centro de belleza. Pero no se pudo recuperar ningún contenido del disco duro, según confirmaron los expertos a la jueza, porque fue manipulado, dijeron. Desde hace meses, los peritos de Lazarus —la misma empresa que se encargó de rescatar el móvil de Diana Quer—, alertaron de que un profesional borró los datos y lo limpió todo.

Estos peritos desvelaron a la jueza la fecha a partir de la cual el disco duro fue tocado. La fijan más allá del 2006, cuando el disco duro pasó a estar bajo custodia policial. Ese año, un agente acudió a la casa familiar de Déborah a recoger su pecé porque lo necesitaba. Siguió almacenado trece años en dependencias policiales junto a otras pruebas, algunas en Madrid, requeridas por la Brigada Central de Homicidios.

En el 2019, la familia logró que la policía devolviese el ordenador para que lo analizase un perito privado. Pero la jueza solo autorizó el visionado a la Guardia Civil. Cuando la letrada judicial arrancó el ordenador para hacer una copia de seguridad, el pecé echó humo, con daños irreparables. Seis meses después, la Guardia Civil entregó la máquina a Lazarus Tecnologic.

La familia va a pedir que la jueza abra una pieza separada por la manipulación del disco duro y otra por el borrado de 27 llamadas de un listado del teléfono de Déborah. Si la familia demuestra que la cadena de custodia policial está rota, la defensa del único acusado podría alegar que se alteraron pruebas y pedir que sean invalidadas las pistas que emanan del disco duro.