Detenidos cuatro okupas que entraron en un piso de Vigo con la dueña de vacaciones

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

M.Moralejo

Despliegue policial en la calle Progreso por un allanamiento de morada. La propietaria les acusa de robarle dos relojes, un Rólex de 6.000 euros y un Omega de 4.000

29 abr 2022 . Actualizado a las 16:49 h.

Un despliegue de la Policía Nacional, apoyado por agentes municipales, desalojó y detuvo ayer a cuatro okupas que se alojaban ilegalmente en un inmueble de la calle Progreso, en pleno centro de Vigo, frente al mercado. Según testimonios vecinales y policiales, los intrusos aprovecharon la ausencia de la dueña, cuando estaba de vacaciones quince días en un viaje por el extranjero, para cambiar el bombín de la cerradura. Para su sorpresa, al llegar a su casa no podía abrir la puerta, vio luz encendida y personas que no conocía de nada.

La dueña les acusa de haber cambiado los bombines de la cerradura de su casa y de robarle dos relojes, un Rólex de 6.000 euros y un Omega de 4.000 euros, una televisión, una cadena de música y ropa femenina de marca.  

No consta si ese período de descanso coincidió con la Semana Santa. En todo caso, la propietaria logró por vía judicial que las autoridades ejecutasen el desalojo forzoso de los ocupantes ilegales, que permanecieron en el inmueble hasta el último minuto. Podrían ser acusados de un delito de allanamiento de morada, un delito que implica la inmediata expulsión de la vivienda. 

Según fuentes policiales, los intrusos alegaron que eran los legítimos propietarios de la vivienda porque llevaba varios años desocupada y llevaban unos días allí viviendo. La policía comprobó que las tres viviendas de las que consta el inmueble, donde residen una madre y dos hijas, estaban perfectamente amuebladas. Los propios ocupantes abrieron con sus llaves las estancias, cuyas cerraduras habían cambiado, y mostraron a los agentes que todo estaba en orden. Sin embargo, la policía encontró en el interior varias herramientas idóneas para desmontar bombines y cerraduras. Cuando la propietaria inspeccionó la vivienda, notó en falta que le habían desaparecido dos relojes de alta gama valorados en 10.000 euros en total.

La actuación policial despertó gran expectación en la calle Progreso, a la altura del número 33. Se trata de un edificio de dos plantas y un bajo comercial, en el que está situada la tienda de Confecciones Alfonso, negocio tradicional que lleva tiempo cerrado. Desde hace meses, unos paneles de papel forran las lunas y ocultan lo que ocurre en el interior del bajo.

A las 9.45 horas, numerosos agentes se desplegaron ante el portal y accedieron al edificio. Poco después, los funcionarios bajaron acompañados de cuatro ocupantes ilegales, los cuales iban esposados. Tras ser esposados, fueron conducidos a comisaría y, previsiblemente, hoy comparecerán ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Vigo, en funciones de guardia.

La comisaría aún no ha informado de los delitos que les atribuye, pero uno de ellos podría ser los de allanamiento de morada (entrar a la fuerza en casa habitada para ocuparla) y usurpación de propiedad. No consta si hubo resistencia a la autoridad.

Una comerciante de la zona confirmó que en ese edificio residían okupas aunque no sabía cuánto tiempo llevaban allí.

El hecho de que la tienda estuviese tiempo cerrada y hubiese poca actividad en el inmueble, con todas las persianas bajadas menos una desde enero, pudo haber delatado a los okupas. Estos eligieron una céntrica esquina muy transitada en Vigo y estaban expuestos a las miradas curiosas frente a la entrada principal del mercado de O Progreso. Por ese cruce pasan a diario miles de clientes y decenas de comerciantes que pudieron haber detectado movimientos extraños en la vivienda y alertado a la propietaria.

Los desalojos de okupas son habituales en Vigo. A principios de este mes, una empresa especializada en vaciar edificios logró que diez intrusos recogiesen sus bártulos y se marchasen de un inmueble de la calle Pi y Margall.