La nueva subida de las tarifas dará paso a que Vitrasa afronte la renovación de parte de su flota a la que está obligada tras la prórroga del contrato. Muchos autobuses ya han cumplido su vida útil y se hace insostenible el incremento de los costes debido a averías. La edad máxima de los vehículos no puede superar los doce años. En estos momentos, un total de 31 ya han superado o están próximos a cumplir los 14 años de antigüedad. De esta forma, la concesionaria está incumpliendo el contrato, pero la Junta de Gobierno local le ha autorizado a que sigan utilizándolos hasta que renueve la flota. El concesionario está obligado a mantener un proceso de revisión específico de estos vehículos.
Vitrasa deberá incorporar en julio 29 nuevos vehículos. Serán un bus de 10 metros, 22 de doce metros y 6 de 18. Costarán un total de 11,1 millones de euros.
Al mismo tiempo la Junta de Gobierno Local autoriza a la concesionaria a iniciar el proceso de adquisición de otros 20 nuevos vehículos previstos para el 2023. Son 20 buses de doce metros, que supondrán una inversión de 7,7 millones. La amortización de esta inversión será incorporada a la revisión tarifaria de 2023. En el 2024 está previsto una inversión de 7,2 millones y en 2025 de 768.000.
De esta forma, Vitrasa renovará una flota que actualmente se encuentra obsoleta y con el riesgo de que se dispare el presupuesto para atender las averías y que se paralice el servicio. El objetivo es que los autobuses que vayan incorporándose a la flota para sustituir a los viejos sean más ecológicos y eficientes. La empresa apostará por los vehículos híbridos para ahorrar costes y contaminar menos.