Porque pese a haberlo dejado por agotamiento, Sanmartín no ha desarrollado ningún tipo de rechazo al que considera que sigue siendo su deporte. Más al contrario. «Fue mi vida durante muchos años y lo sigue siendo aunque esté un poco apartada. Mi mundo es este y voy a ser ciclista siempre», indica al tiempo que confirma que le encanta vivirlo desde otras perspectivas.
Además, responde con contundencia que en el tiempo que ha pasado desde que se bajó de la bici profesional, jamás ha aparecido un atisbo de arrepentimiento. «Lo tengo clarísimo y lo he tenido siempre. Además, me está yendo muy bien en la Universidad, estoy con el trabajo de fin de grado y me centro en ello», dice esta estudiante de Química en la Universidade de Vigo.