La dirección sanitaria pone en valor otro hecho. Los cinco puestos que se han cubierto (cuatro jefaturas de servicio y una de unidad) están ocupados por médicos que en su día dimitieron de sus cargos. La dirección del área sanitaria cree que esto significa que estos médicos «confían en que se están haciendo bien las cosas». Por eso, agradece el «compromiso de estos profesionales».
Una de las personas que renunció a su puesto y que ahora lo recupera es Marta Delfín, jefa de servicio de A Doblada. «Aunque dimitimos, muchos seguíamos ahí, nuestros compañeros nos seguían identificando como jefes y pidiendo que los ayudásemos», explica. Además, cuando estalló la pandemia, el Sergas se dio cuenta de que no tenía interlocutores en los centros de salud y pidió a cada ambulatorio que designase un responsable covid. La mayoría de los puestos fueron ocupados por antiguos dimisionarios, que en la práctica organizaron la asistencia en cada centro para no dejar la situación sin organización en un momento de máxima tensión. «No éramos [jefes de servicio], pero sí éramos», resume Delfín, «y al salir la convocatoria pensé que era una pena dejar la plaza desierta si en la práctica ya estaba haciendo de representante».