Según explican desde el club Aerocelta, existe mucha demanda y casi todos los fines de semana tienen reservas, especialmente en la temporada de verano, cuando el permite aprovechar más horas de vuelo en horario de tarde y con luz natural.
Más allá de su querido Cessna, también ofrecen clases de aprendizaje como pilotos de drones. En el 2014 empezaron con esta formación y fueron los primeros y únicos que hacen el proceso y tienen la aprobación de la Aesa, la Agencia Estatal de la Seguridad Aérea. Aquí acuden todos los que necesitan aprender a manejar de manera profesional estos aparatos, ya que en caso de menores de edad o de drones de juguete que rondan los 200 gramos, no tiene ese requisito. Lo mismo que para los que se utilizan con fines lúdicos y deportivos.