Los dos profesores contra los que el instructor ha ordenado que se siga la causa fueron denunciados por dos alumnas, una de las cuales los denunció a los dos y la otra a uno de ellos. El instructor señala que «no hay duda» de que la lejanía de los hechos denunciados por las víctimas «dificulta, de manera clara, la determinación concreta de fechas y actos». A ello se suma, según el juez, que los hechos sucedieron «durante la práctica de actividades de interpretación teatral, donde el contacto corporal suele ser innato a la propia actividad docente y, como alguna de las víctimas ha declarado, los hechos denunciados son actos que definen como de acoso ‘sutil'».