Una fábrica de cerveza que va a dar la lata desde el centro de Vigo

begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Manuel Gómez renunció a la dirección del Hotel Los Escudos para crear con su mujer, Emiliana Disilvestro, la empresa artesana Pits, que produce hasta 18.000 litros al mes, tiene restaurante y en febrero se lanza en bote

28 ene 2022 . Actualizado a las 01:12 h.

En un privilegiado rincón de la plaza de Compostela, con entrada por dos calles, García Olloqui,1 y Carral, se ubica un espacio único en Vigo, un proyecto empresarial de envergadura, ambicioso por su singularidad, que ha tardado en despegar porque la pandemia le ha impedido volar alto desde el principio.

Manuel Gómez y Emiliana Disilvestro están detrás de Pits, una cervecería artesana que no se parece a ninguna otra porque en sus entrañas se fabrica la cerveza que los clientes degustan en la cálida planta superior a través de una docena de grifos, y en algunas de sus variedades llega al vaso del consumidor pinchada directamente de la cámara de frío del sótano.

La emprendedora pareja, que se conoció con 17 años (ahora tienen ambos 26), procede de Caracas, pero sus orígenes familiares son muy cercanos. «Mis cuatro abuelos —uno de Ponteareas, dos de A Coruña y uno asturiano— emigraron durante la Guerra Civil, mis padres nacieron en Venezuela, pero regresamos hace ocho años escapando de la guerra que nos montaron allá», lamenta Manuel respecto a la caótica situación del país.

Los dos estudiaron Administración de Empresas en Madrid y estaban trabajando en la capital. Manuel comenzó a darle vueltas a la idea de poner en pie el proyecto siendo ya director del hotel de sus abuelos, el Pazo Los Escudos, tras formarse y especializarse en el sector como gestor. «No tenía ni idea de cerveza artesana más allá de probar a hacer alguna en casa», reconoce, «pero un día me levanté con la determinación de montar una fábrica, que al principio imaginaba pequeñita y en Ponteareas», recuerda. Eso fue un lunes y el martes siguiente estaba haciendo un curso de maestro cervecero en Barcelona. «Al terminarlo me encantó y buscamos locales en Vigo para dedicar la mitad a restaurante y la mitad fábrica para consumo interno».

El local está decorado con un estilo cálido, cómodo y espacioso.

M.MORALEJO

El sueño se iba a hacer realidad el 14 de marzo del 2020, esa era la fecha de la inauguración de Pits, y el mismo día en que España se recluía tras la declaración del Estado de Alarma. La apertura tuvo que esperar al 5 de junio, ya en la segunda ola de la pandemia por covid.

De los doce grifos de los que disponen (de los tanques pueden salir 18.000 litros al mes) siempre tienen conectadas variedades fijas, «son cinco cervezas de la casa con las que en febrero saldremos a distribución. El resto son creaciones nuevas que vamos variando para que los clientes no se aburran pero sigan teniendo sus favoritas», explica añadiendo que a veces tienen también cervezas invitadas de fábricas artesanas nacionales y de nómadas gallegos que las elaboran alquilando espacios para ello. «También hay quien entra pidiendo marcas industriales, pero no pasa nada porque les damos a probar nuestras dos variedades rubias clásicas y suaves, que se parecen a lo que buscan y suele ocurrir que les gusta la alternativa a pesar de mostrarse primero reacios», asegura.

El apartado gastronómico es el que hasta ahora les ha salvado el negocio en el que ella lleva las cuentas, tras dos años complicados para la hostelería. La cocina de Pits, comida rápida y hamburguesas sencillas y sin florituras pero excelencia en sus carnes de Lugo, empata con su filosofía galiforniana que funde el relax americano con la Galicia costera, «sin clichés ni estereotipos, es un estilo de vida más que un producto que no nos interesa dar a conocer por la marca ni por un márketing agresivo, sino por la calidad de un producto honesto a precios honestos. En nuestros envíos de comida o bebida ni siquiera aparece el logo», asegura. Pero el lanzamiento cervecero no podían hacerlo sin ese respaldo inicial. «Como nacimos en pandemia no nos conocían y lógicamente no arriesgaban. El local y el delivery iban a tope mientras la fábrica funcionaba al 5 %. Y ya estamos preparados para el salto», cuenta. Desde febrero ellos mismos distribuirán sus cervezas a terceros, en tiendas especializadas, en bares y restaurantes, en su tienda online y en los locales propios que tienen en proyecto abrir antes del 2025 (uno por provincia). El formato único elegido es la lata y serán los únicos que apuesten por este envase al cien por cien por motivos de calidad.

Un poco de historia.

Orígenes. El agua que utilizan para las elaboraciones es local y se somete a un proceso de filtrado, pero las maltas y las levaduras que utilizan proceden de una misma empresa familiar y artesana en Alemania «la más importante del mismo», indica; mientras que los lúpulos proceden de diferentes países. Cuando empezaron contrataron a un maestro cervecero, pero poco a poco Manuel se fue metiendo en una salsa que le apasiona. Ahora ya está pensando en una cerveza negra con castañas para Navidad. El nombre de Pits viene de la época estudiantil de Gómez, es el del grupo de amigos al que pertenecía y que han heredado generaciones de chavales, que al cambio podría traducirse como «los guays».