El 4 de febrero se celebran en Vigo los funerales por las víctimas, a los que acude el ministro de Transportes, José Lladó. El político centrista anunció la puesta en marcha de un plan de seguridad y salvamento en las costas, así como la creación de nuevas estaciones de radio costera. La realidad no fue tan inmediata como señaló aquel día el ministro de Adolfo Suárez. En esa época, las tareas de salvamento marítimo recaían en la Armada Española y en la empresa estatal Remolcadores Marítimos, ambos con actividades más prioritarias. No fue hasta más de diez años después del accidente del Marbel cuando se creó la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima, al tiempo que se crearon los planes nacionales de salvamento.