La acusada lo negó todo. «Jamás en 20 años que llevo trabajando he tenido 150 y 200 reclamaciones; he tenido inspecciones, entraban por la puerta todos los años preguntándome por las hojas de reclamación y contratos de suscripción, me pedían de todo. Jamás he tenido una sanción administrativa», alegó la acusada, que trabajó para la franquicia HomeInfo y luego en otras cinco empresas con distinto nombre.
«Devolví dinero a gente agresiva porque le tenía miedo, no porque hubiese tenido un mal servicio», indicó la mujer. Añadió que «toda la gente quería un piso bonito, barato, bueno y, además, céntrico y luego se decepcionaron porque no siempre se cumplían sus expectativas». Inició un arbitraje con los clientes descontentos pero se retiró.