Buba cree que su potencial en el asfalto está en los llanos y en los repechos cortos «porque co ciclocrós si que se gaña bastante explosividade». Un no parar que casi no le deja tiempo a saborear los éxito. De hecho, llegó a casa el domingo por la noche pasada las dos de la madrugada y seis horas después, cogía la mochila rumbo a clase.